Aproximadamente mil soles, su reciente cobro de
Pensión 65 y los ahorros de toda su vida le robaron a una abuela con
discapacidad del distrito Jacas Grande.
La segunda víctima logró evitar el robo
utilizando con una excusa, pero ambas, no se salvaron de los golpes.
Las víctimas hacía una semana que cobraron su pensión en el distrito Jacas Grande - Foto: Cortesía
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Edgar Céspedes
Por Yonel Rosales
La delincuencia arrecia en todas
partes con la crueldad que les caracteriza. En la zona rural de Queropatay del
Centro Poblado Carhuapata del distrito Jacas Grande, provincia de Huamalíes, dos
delincuentes atacaron a dos adultas mayores para robarles sus escasos recursos.
Sin consideraciones de su condición de discapacidad y pobreza, le arrebataron
alrededor de mil soles a Pajita Lastra Rivera (71) años. Según contó a sus
vecinos, ese dinero eran los 600 soles que recientemente cobró del Programa
Pensión 65 y el resto era producto de los ahorros de toda su vida.
Los delincuentes, dos sujetos que
todavía no son identificados, el miércoles 13 a eso de las 7:00 p.m., antes de
ingresar a la vivienda de Pajita, cortaron el cable de luz. Dejando a oscuras a
la víctima, ingresaron con linternas para exigirle el dinero que tenía guardado
en un “cangurito”. El subprefecto del distrito, Freddy Romero, contó, ante las
patadas en el pecho y los golpes, la pobre mujer, suplicó por su vida,
pidiéndoles que no la mataran y les dijo dónde estaban sus ahorros. Pajita, no
tiene hijos, es una persona con cierto grado de discapacidad intelectual y es
una persona que vive en condiciones de pobreza, ella misma debe labrar la
tierra para poder alimentarse, pero los malhechores no tuvieron compasión de
estas condiciones.
Queropatay es un pueblo pequeño que se encuentra a quince minutos de viaje con carro desde Carhuapata - Foto: Cortesía
Abuelita utilizó la astucia
La otra víctima, Julia Romero,
evitó el robo de sus pertenencias arguyendo que todo el dinero lo tenía su hijo.
En el menor descuido escapó y se metió por entre la mesa y las sillas, de
este modo logró evitar que la pegaran como a Pajita. No por eso se salvó de
algunos golpes en la pierna.
El subprefecto de Jacas Grande, Freddy Romero, señaló que es la primera vez que se presenta un acto delincuencial de este tipo en su distrito - Foto: Yonel Rosales
Alertados de la presencia de
delincuentes, en ese mismo instante comunicaron al subprefecto Freddy Romero,
quien se apersonó a la zona esa misma noche, tras ubicar a Pajita, refugiada en
la vivienda de otro vecino y constatar que se quejaba de dolores en pecho, la
trasladó inmediatamente al puesto salud para su tratamiento. Dio aviso a la Policía
de la Comisaría de Chavín de Pariarca que investiga el caso.