Era la forma de comunicación en los pueblos lejanos del país
POR QUÉ DESDE LA TORRE
Escrito por Yonel Rosales
Las Torres Gemelas de Puños - Foto: Yonel Rosales |
El apacible sueño de la madrugada podría
ser interrumpida por un estridente campanazo, la estridencia dependerá de la
cercanía a la torre. Mi hogar está a pocos metros de la torre donde cuelgan las
viejas campanas. O puede ocurrir que el campanazo tocara después de la
merienda, cuando apenas son perceptibles las últimas luces del día. Estos
característicos campanazos, de madrugada o al llegar la noche, eran el anuncio
de un importante comunicado de la jornada.
Por esos días de mi niñez, no había
luz en el pueblo, y menos, el ahora indispensable televisor que ocupa el lugar
más importante de las casas. Entonces, especialmente en las noches, después de
la cena antes de dormir; era parte del pasatiempo, prestar atención al
comunicado de quien dio el campanazo Desde la Torre. Mañana y tarde, repetían
las asambleas comunales del siguiente domingo o las faenas del sábado posterior,
las llamadas de atención del “campo” por el daño que ocasionan los animales a
las cementeras, o el reiterado recordar de mantener las calles limpias. Era la
comunicación del pueblo, con una peculiaridad, los pregones se daban con la
deliciosa quechua.
Prestar atención al pregonero no
solo era interés por el mensaje, también había ocurrencias, a veces le salía el
gallo en pleno griterío, otras terminaba “pshipash” (cansado), ocasionalmente,
el pregonero bajo los efectos de la “shacta”, armaba la réplica y dúplica con
un algún faltoso que le contestaba, “wiuyashganami aywuay punog” (ya escuché, vaya
a dormir). Otras veces, antes del sueño, podías tener la suerte de escuchar los
acordes de algún violín que generosamente un viejo músico improvisaba su
escenario Desde la Torre. O simplemente, pueda que algún chiquillo dio el campanazo
para nada, como hazaña a contar a sus congéneres, pues está prohibido vibrar
las sagradas campanas sin motivo. Las campanas de mi pueblo están para asuntos
importantes, la celebración de misas, comunicados o anuncios de sentidas pérdidas.
Esta práctica, de informar Desde la
Torre a las comunidades, en los pueblos remotos de la provincia de Huamalíes,
región Huánuco - de seguro también en otras partes del país y del mundo - se pierde
con el avance de las tecnologías de la comunicación. Ahora tenemos
radioemisoras locales, está la televisión, el internet, los amplificadores. No
obstante, en mi distrito, Puños, ocasionalmente cuando se trata de asuntos
comunales, “común muruy (siembra), común cosecha, común mucay (voltear la
tierra), o asambleas”, se usa la comunicación Desde la Torre.
Campanero subiendo a la torre - Foto: Yonel Rosales |
Acoto, orgulloso de mi tierra; en
mi corto recorrido en la provincia de Huamalíes y algunas partes de la región
Huánuco, no he visto una torre con material rústico mejor construido que el de
Puños, imponente por su altura (Aprox. 15m) y robustez, y los detalles en el
acabado. Edificada en base a piedras, adobes, argamasa de tierra roja y paja,
maderas y techo de paja, con ocho ventanas en forma de arco, y uno de yapa a
mitad de la torre. Según el libro Compendio general y turístico de Huamalíes,
de Saturnino Hernán Pablo Valdivia, pág. 510, la iglesia matriz de Puños, del
que forma parte la torre, se inició a construir en el año 1541. En el distrito
de Puños, existen otras dos torres, conocidas también como las Torres Gemelas o
iglesia Santa Rosa, unidas por un arco que da pase a la calle central,
atrayentes, pero no más que la inicial. Así que, aprovecho para invitarles a
visitar estas construcciones coloniales, en torno al cual giran muchas
historias, algunas de ellas quiero contarlas.
Espero haber respondido a la
pregunta.
Puños, 12/10/16.