Por Yonel Rosales
Si bien la ley establece como
mínimo dos sesiones de concejo al mes, no imposibilita que se reúnan más veces
entre ordinarias y extraordinarias. Sin embargo, nueve regidores de la
Municipalidad Provincial de Huamalíes, por mayoría de los Cirolovers oficialistas cobran mil 500 soles al mes,
por sentarse a la mesa solo dos veces al mes, cada uno de cinco horas. Mucho
sacrificio, ¿no?, Pese a que el regidor de oposición, Luis Alfaro Baltazar,
solicitó que en el 2017 se amplíen las sesiones, porque a cualquiera le da
roche llevársela fácil, según él, no
es suficiente para tratar todos los temas.
Regidor de oposición afirma que en sesiones no se tratan todos lo temas - Foto: YR |
“Yo planteé que sean tres
sesiones al mes, sin embargo, el resto de mis colegas ha preferido que sean dos
sesiones”, manifestó Alfaro. “No me
parece correcto, porque aquí en la municipalidad hay muchos temas que debemos
debatir. A veces pasan desapercibidos”, afirmó. Pese a sus fundamentos, la
mayoría, 6 oficialistas de los nueve concejales, rechazaron su pedido. “Pero yo
pienso que debemos trabajar más”,
subrayó, debido a que excepcionalmente se hacen sesiones extraordinarias. Con
la finalidad de intensificar la fiscalización, Luis, renunció a sus labores de
docente y dedicarse al trabajo en la comuna. “Porque a veces la gente piensa que no hacemos nada, que nos dormimos
en nuestros laureles”, puntualizó.
Consultado por este tema, la otra
parte, el regidor oficialista Omar Santiago Morales, confirmó que efectivamente
por mayoría de votos, el pedido de su colega fue rechazado. También contó que en
las dos veces al mes, se reúnen a partir de las 3:00 a 8:00 p.m., lo cual haría
cinco horas y diez horas al mes, por esas sesiones cobran mil 500 soles. ¿Es justificable ganar ese monto de dietas?,
le preguntamos a Santiago, “por supuesto, claro, injusto sería, que la ley dice
dos y nos reunamos solo una vez”, declaró.
Oficialista, afirma que comisiones y otras fiscalizaciones compensan trabajo de regidores - Foto: Facebook |
Recordó que en el primer año se
reunían tres veces al mes, lo cual no funcionó, “uno pensaría que a más
reuniones sería más ágil, no es así, no es así, en la práctica indica que hay
que tomar otras acciones. Nosotros, qué
hemos hecho, le hemos dado autonomía al alcalde, ¿no? Se sacó una directiva
donde el alcalde digamos, puede disponer de una cierta cantidad de votos, ya
sin necesidad de llamar a concejo”, afirmó para sorpresa nuestra. ¿Es
decir, el concejo de Llata abdicó a de sus funciones? Inmediatamente aclaró,
que solo son cuestiones estratégicas, como por ejemplo para la firma de
convenios, que son urgentes y necesitan la aprobación del magno concejo.
Y para cerrar el diálogo, rememoró
que de los nueve regidores, ocho votaron en contra de la propuesta de Baltazar Alfaro.
Además de justificar el cobro de sus
dietas con otros trabajos en las comisiones conformadas, fiscalizaciones a las
obras, representaciones, entre otros. Saque usted sus conclusiones.