Cual el camarón de la canción; cuando
no estuvo previsto su presencia, el 8
octubre del 2016, en plena corrida de toros por el aniversario del distrito de
Puños, en la provincia de Huamalíes, se presentó el alcalde de la Municipalidad
Distrital de Amarilis, Robinson Aguirre. Dizque venía a saludar
desinteresadamente a esta parte de la región Huánuco. No vino con las manos
vacías, estuvo regalón. Volvió a sorprender en febrero de este año.
¿Quién está en campaña anticipada? - Foto: Correo y Facebook CTR |
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Por Yonel Rosales
Cuando el señor Aguirre asumió la alcaldía de Amarilis en el 2014, regía
la denominación de presidente al gobernador regional; pero de
seguro, mucho antes se habría dicho: voy a ser presidente regional, luego
congresista y quizás presidente, ¡por qué no! Primero debió hacerse de la
municipalidad para tener una solvente plataforma de campaña. En el 2015, los
presidentes regionales pasaron a ser gobernadores, sin empañar los sueños del
alcalde.
Desde el primer día de gobierno,
todos los actos están enfocados en el posicionamiento de la autoridad. El
personalismo es el caftán que lo cubre cuerpo entero, incluido la silla de
ruedas. En su caso, ser una persona con
discapacidad es una ventaja, lo que para miles es una postergación y seguro conducto
al hoyo de la pobreza. Ante las gentes es el paradigma de éxito. A su
condición, con mucho esmero y madera, le saca provecho a favor suyo. Un cojo no
baila, solo mira y tararea de mala gana, un tipo en silla de ruedas se consuela
con aplaudir si es que puede; no obstante, Robinson hace el ademan de bailar; se
esfuerza en mover sus rollizas guatas. En cuanta ocasión, se las arregla para
hacerse presente, llegando a ser molesto con su evidente fin. Añádale sus
desentonados cantos, que como todos, somos buenos cantantes en la ducha, solo
que Robinson confunde la ducha con el público exigente.
Siguiendo palmo a palmo su objeto. Un
sábado por la tarde, tras afanarse con cinco horas de viaje por una escabrosa
carretera, Huánuco – Llata, el alcalde Aguirre, se presentó triunfal en el
campo toril, para saludar a las autoridades y más al electorado, sin antes
asegurar de anunciarse por los altoparlantes. Quien presentaba a los
agasajados, el escritor Saturnino Pablo, aprovechó para vender un libro más al
visitante. Robinson el regalón, seguro con que todo se oiga y vea: lo bueno que
es, llamó al entonces presidente de la
Comunidad Campesina de Puños, Fidel Carhuapoma, para regalarle dinero en
efectivo. Los más prudentes dicen que le dio cien soles, los exagerados
estiman que fue 500. Con aparente paciencia, se despidió para correr a saludar
a un centro poblado de Llata. Sospecho que repitió lo de Papa Noél en campaña.
En el lanzamiento de Sierra Azul,
en Poque-Puños, el 3 de febrero del 2017, evento que reunió a personalidades y a
electores. El maestro de ceremonias, anunció: también se encuentra con nosotros
el alcalde de Amarilis, para luego precisar, que se trataba del regidor… en
representación de Aguirre Casimiro. Ya nos habíamos sorprendido por “la vida exagerada”
en campaña. Así se aparece el alcalde de amarilis, cual camarón de la canción de
Mateo Palomares; sin que lo hayan invitado “es el que más goza”. Solo que este
camarón, no viene con las manos vacías, regala cuanto contribuya a sus fines. ¿Regala
de su plata o de las arcas del municipio?, ¿las necesidades de Amarilis están
todas satisfechas como para que ande desparramando almanaques que parecen
gigantografías con su imagen y demás merchandising por la región? Si estos gastos, viajar a lugares lejanos demanda
más dinero (inversión para él; por su condición, gastos especiales), salen de sus
bolsillos, ¿cómo es que un tipo que declaró ganar tres mil soles lo hace, sin tener ningún bien valorable para
empréstitos según dijo al JNE?. Quizás los regidores fiscalizadores, más
los de la oposición, alguna respuesta pueden ofrecer.
Aguirre, es un político populista.
Que sabe que el estilo fujimorista de regalar, lo hacen ver como: “él, ayuda al
pueblo”, ya escuché repetirlo a una señora, que se preciaba ser docente. Quizás
es el político que más ahijados tiene en estos últimos años, así también se compra
votos. “Tiene madera” para ser lo que quiere, su discapacidad es un plus que lo
utiliza bien, es novedad y empatía, solidaridad con los débiles, componentes
prometedores. ¿Cuántos candidatos en
silla de ruedas sabiendo utilizar su condición y con previa campaña sostenida
en el tiempo habrá en el 2018? ¿Paisanocuna de Llocla no le permitirá?, es
lo de menos, él, se cambia de partidos como de polos. Son de lo menos, lo preocupante es que se trata de un
populista, gobiernos de ese tipo ya los tuvimos. Luis Picón, Koko Giles, y
sabemos de sus consecuencias, aunque a estas alturas, las gentes empiezan a
consagrarlos con el conocido: “roba pero hace obra”. La primera señal de
advertencia la hizo el dirigente sindical Walter Espinoza, Robinson maneja la
municipalidad como si fuera su chacra. Un líder que no respeta la
institucionalidad es atraso.
No es dar importancia a los
panfletos, pero dado a que entramos a la precampaña, es bueno considerar los
posibles. Acusan, en las redes sociales, al alcalde de la Municipalidad
Provincial de Huamalíes, Ciro Trinidad, de tener un “plan criminal” para ser
vicepresidente regional. Lo cual considero un desatino, porque una justa
aspiración no puede ser criminal, hasta cierto grado, tenemos el derecho de ser
elegidos (dependerá del dinero) y a elegir. El empeño de Robinson a la campaña anticipada, no se evidencia en Ciro,
quien tiene mejores condiciones de politizar temas regionales. El primero
se dedicó a vender su imagen, sin politizar temas de interés del pueblo; el
segundo escasea en la venta de imagen y tampoco politiza. Ni lo uno ni lo otro.
Obvio otros puntos, por tratar de
reducir los caracteres, no obstante siempre me paso. 1500.