Se habrán sorprendido de la
velocidad con que ahora trabaja el congreso de mayoría fujiaprista. No debería sorprendernos, siempre que han
querido y es favorece sus intereses, el aprofujimorismo tramita a velocidad
inusitada. Está la suspensión de Kenyi, Boncángel, que bien merecido lo
tienen, pero los sancionaron para recuperar únicamente la cantidad de
keikistas, está lo de PPK, de la ley contra nuevas bancadas. Sin embargo, lo
que no podrá recuperar es el tiempo perdido, la gran oportunidad de reivindicación
que tuvo.
La congresista Rosa Bartra dijo que tuvieron que trabajar de 9 a.m. a 7 p.m. - Imagen: Perú 21 |
Por Yonel Rosales
La esperanza es que ese sector de
al menos 36% de los electores que votaron por Fuerza Popular y, más los mecanismos
tramposos de la cifra repartidora, nos impusieron la mayoría absoluta de 73 naranjetes,
se haya convencido que al fujimorismo le importa un carajo un mejor país. La
mayoría absoluta de los fujis se quedó anquilosado en el pasado, el terrorismo,
y solo una mínima parte sin poder de decisión tiene otra mirada.
Los tiempos cambiaron, la lucha de
hoy ya no es contra el terrorismo, que tampoco la descuidemos. Ahora la pelea es contra la corrupción,
tanto o más dañina que el terrorismo, la diferencia está lo sangriento,
pero igual de cruel como postergar a niños con desnutrición crónica a no beber
agua potable porque alguien se tira la plata. El fujimorismo, tenía la
grandiosa oportunidad de desmarcarse de su pasado nauseabundo, que algunos
pocos decentes no se hacen ascos de abrazar la mugre hecha organización, pero optó
por convencernos una vez más en nuestras convicciones. Desperdició la ocasión
de desmentirnos. Es que para el
fujimorismo, luchar contra la corrupción, sería como cortarse las extremidades.
Quién podría aventurarse a vivir sin
pies ni manos, así por así, cuando por delante tiene un mundo de oportunidades.
El presidente Martín Vizcarra, a
través de la cuestión de confianza, está obligando al fujiaprismo de cortarse
la gangrena. Solo que, un cuerpo enfermo requerirá de curas más certeras, en
este caso, medidas radicales del electorado, relegarlos a una minoría
insignificante. Que los ciudadanos conscientes, así como en Nuevo Chimbote rechazaron a la candidata a la alcaldía Beatriz Madrid, los boten por asirse a la bosta. Que esta actitud sea para
todos los corruptos, de cualquier partido pintadito de honestidad que venga.