Pese a la indignación de los fieles católicos
de Tantamayo, a un mes del robo de reliquias de alto valor de la iglesia, no dan
con los autores.
Un cáliz de oro para el vino de las misas y
otros objetos de valor se llevaron los delincuentes.
Aún no dan |
Más
en un clic: Al reyezuelo calato le ofende las miradas
Por Yonel Rosales
Pasó aproximadamente un mes desde el
robo de las reliquias de oro y a la fecha sin novedad de los autores de este
atentado contra las pertenencias de alto valor que eran de la iglesia católica
de Tantamayo. Un cáliz de vino y un copón para las ostias, son los objetos
de mayor significancia que fueron sustraídos del histórico templo de la ciudad
de los rascacielos. Los delincuentes también se llevaron un proyector de
películas, según las versiones de los feligreses.
Al parecer con una pata de cabra forzaron la puerta principal de la histórica iglesia - Foto: Yonel Rosales
Pese a que los ladrones ingresaron
a la iglesia por la puerta principal que da a la plaza nadie vio nada. Todo
indica que primero intentaron vulnerar la seguridad por la otra puerta con
menor exposición, pero esta se encontraba guarnecida con maderas por dentro, al
no lograr su propósito, los delincuentes palanquearon la puerta que da a la
plaza para luego escoger lo más costoso.
Pese a que ingresaron por la puerta principal que da a la plaza nadie vio nada - Foto: Yonel Rosales
De acuerdo al testimonio de algunos
seguidores de esta fe, el autor de este sacrilegio, pudo ser alguien del
círculo religioso, alguien que conocía dónde se guardaban los objetos de valor,
pues habrían seleccionado el de oro, mientras que los más sencillos los abandonaron.
Por este detalle sospechan de uno de ellos, aunque denunciaron el robo e
indagaron por su cuenta, no dan con el autor.