Ya es común que los una vez
aliados, un día terminen siendo enemigos irreconciliables, pese a. Pasa en la
política y en la vida real. Es el trance entre el consejero regional Ricardo
Prado y el alcalde de la Municipalidad Provincial de Huamalíes, Edgar Céspedes.
Quizás no sabremos la cuestión de fondo, la teta que se arañan los exsocios,
pero lo que vimos es que Prado cumplía sus funciones de fiscalización y hacer ejercicio
de la política. Eso no le gustó a Céspedes, que una vez más nos muestra su
condición de reyezuelo, como tal, no acepta dudas ni murmuraciones. Acostumbrado
a unos regidores sumisos, cuando su aliado hace una observación responde con la
brutalidad que le caracteriza.
El consejero Prado hizo una observación válida pero el alcalde Céspedes respondió con insultos - Composición: Yonel Rosales |
Por Yonel Rosales
Va quedando claro que el alcalde
Edgar cree regentar un chiquero y no una institución como la Municipalidad de
Huamalíes, cree representar a la banda de choclito y no a los orgullosos llatinos
de Juana Moreno, cree seguir en el mundillo de vociferantes placeras de ajos y
cebollas y olvidó que ya va a ser dos años que fue ungido como autoridad. De
otro modo no se explica la verborrea que utilizó para pretender descalificar a
otra autoridad, el consejero Ricardo. Lo tildó de bruto, que le es
inservible, que tiene pruebas para hundirlo, entre otras cosas, de acuerdo al
diario Ahora de fines de febrero. «Para tomarse fotografías siempre para al
lado de nuestro gobernador. Para eso es bueno, pero para hacer estas cosas me
es inservible», afirmó Céspedes.
¿Qué es lo que molestó tanto al
alcalde del consejero? Una sencilla observación de un fiscalizador sobre un
delicado asunto, sobre el cual, al parecer, los llamados a fiscalizar, los
regidores no dijeron ni pío. Ciñéndonos a la nota publicada por Tu Diario en el
mes de enero, Prado objetó, con razón, que las 89 mil bolsas de cemento que
la minera Antamina donaba a Llata estaban siendo guardadas en un almacén
privado, lo cual es irregular. Por eso el MEF, el ente rector, establece el
almacenamiento de bienes muebles, como por ejemplo, con la directiva N° 0004-2021-EF/54.01.
Pero el alcalde, a punta de insultos, no respondió sobre la cuestión de
fondo. Desconozco si los colegas periodistas insistieron respecto a por qué el
cemento estaba en almacenes privados y no en los depósitos de la comuna. No
se sabe si la Fiscalía, la Contraloría o los regidores ya intervinieron para
aclarar este hecho.
Si hablamos de brutos, con las
afirmaciones de un alcalde desbocado, queda claro quién es el bruto. Por otro
lado, ¿de qué modo tendría Prado que servir a Céspedes?, ¿algo así como cuando
él servía al cuestionado Luis Picón?, ah, pero cuando le recuerdas todas las
irregularidades a Céspedes, como de la obra de agua para Llata, se lava las
manos, pese a. Cuando el alcalde critica las fotografías que se toma el
consejero con el gobernador, encaja el viejo dicho, la vaca ya no recuerda que
fue ternera. ¿No hizo lo mismo Edgar con Lucho?, de ser el consejero, todavía
se pasó a ser su candidato provincial por la organización, dizque, política del
expresidente regional.
Entonces Prado sigue la ruta que
siguió Céspedes. Es evidente que tiene aspiraciones a la alcaldía de Huamalíes.
Eso no es pecado, cualquiera tiene anhelos, sin embargo, el alcalde da a
entender que el reyezuelo debe dar su permiso. Prado está en el
posicionamiento de su marca, a veces, sin tantear bien los límites, como cuando
a través de su radio repite y repite que cumplió la promesa de iniciar la
construcción del estadio de Llata. Tamaña mentira con un refrito, que yo
recuerde, proviene desde dos exgobernadores. ¿Esas son las funciones de un
consejero? Además, como ya preguntamos en esta página, ese estadio, ¿cuánto
contribuirá al desarrollo de la provincia? Ahora mismo tenemos una escuela en
Cochapata cayéndose a pedazos, donde se expone la vida de niños y maestros,
pero la prioridad para nuestros genios es un estadio. A veces a las vacas
locas hay que intentar refrescarles la memoria. ¿Quién fue Edgar antes de
entrar a la política?, ¿un destacado maestro?, corríjanme si me equivoco, tiene el cargo que tiene gracias a que se tomabas
fotitos con el dueño del circo.
Creo que el
consejero hizo una justa observación en el marco de sus funciones. Más que
eso, está haciendo política dentro de los cánones. Al
menos no he leído, en esa nota, que lo haya insultado como para que su exsocio
responda como si estuviera en un lío de callejón. ¿En qué parte le dijo ladrón de cemento?, Prado cuestionó
el almacenamiento. Cuidado con la consciencia o el subconsciente, señor Céspedes,
a veces traiciona. Eso
de decir que es consejero gracias al alcalde, también se puede decir lo mismo
al revés, porque si era autosuficiente por qué buscó aliarse. Y respecto a que
tiene pruebas para hundir a Ricardo, compártanos esa información, se lo ruego.
¿Es miedo o no tiene nada?
¿Dónde está
la templanza, el respeto, la diplomacia de esa investidura? Hay que pedir
públicamente a algún amigo suyo, a algún buen profesional que debe haber en el
centenar de trabajadores de la comuna, que ese no es el talante de una
autoridad, quien queda mal es él y de paso los huamalianos
cargamos la vergüenza ajena, aunque hacerle entender es una
misión imposible. Si así trata a su exsocio, es
fácil inferir por qué me agredió físicamente, con más ganas a un periodista
incisivo. Ándese con cuidado don Ricardo, no vaya a ser
la próxima víctima de los golpes de la “autoridad”.