Pocos se habrán enterado que CADE ejecutivos realizó un debate entre los cuatro candidatos que encabezaban las encuestas al mes de diciembre del 2020. George Forsyth, Keiko Fujimori, Verónika Mendoza y Julio Guzmán, no obstante a la importancia de este encuentro, los medios de comunicación no le dieron la cobertura necesaria. Habría que apelar a la responsabilidad social de los grandes medios. No toda la población tiene un plan de datos para seguirlo por el internet, peor, si la mayoría tenemos solo amargas críticas contra la política, mejor preferimos gastar el saldo viendo perritos chistosos y payasadas domésticas. En el debate destacaron dos tipos de discursos, las propuestas ingeniosas y la polarización.
La importancia de este debate sin transmisión en vivo por los grandes medios - Imagen: El Comercio |
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Por Yonel Rosales
CADE ejecutivos, al organizar sus
debates, solo invita a los cuatro candidatos que lideran las encuestas,
resultados con largo desfase, como sucedió ahora. Tomaron como referencia las
cifras de diciembre, estas ya no sirven, porque cambió de actores con el
ingreso de Lescano y la caída de Guzmán.
No se puede hacer un debate con más de una docena candidatos, pero CADE, sería
más democrático si invitara al menos a los que llevan más de 2% de preferencias,
porque ellos son los favoritos de la población.
En esas condiciones se dio el
debate entre los cuatro candidatos arriba citados. Los pocos que pudimos verlo
en diferido, coincidirán que hubo dos tipos de sobresalientes. El primero y lo más importante, las
propuestas que parecen viables e ingeniosas. A mi juicio, en este punto,
destacaron Julio Guzmán y Verónika Mendoza. El candidato Morado, platea por
ejemplo, la eliminación de las exoneraciones tributarias y la captación de
recursos atacando la informalidad. La candidata de Juntos por el Perú, apela
más al lado humano, primero dar de comer a la gente para que trabaje, mediante
la entrega de dos bonos más y, también, plantea eliminar las exoneraciones. No
obstante, una reciente respuesta de Vero, en la entrevista de Trome, nos hace
caer en la cuenta. Si los morados y los
acciónpopulistas tienen ideas brillantes, ¿por qué no los hacen realidad mediante
el gobierno de Sagasti?, ambas organizaciones son gobierno, bien pueden
colaborar el ejecutivo y el congreso para mejorar la vida de los peruanos en
estos días fatales.
Las propuestas pasaron a segundo plano con la otra forma de destacar, la
polarización entre Keiko Fujimori y Verónika Mendoza. La
candidata fujimorista, desde el saque apuntó toda su artillería contra su rival
de Juntos por el Perú y de Acción Popular, Yonhy Lescano, donde ella se vende
como la gran salvadora de las empresas. La
estrategia naranja, busca pasar del discurso a polarizar los votos, a ver si
así logra asegurar su cupo a segunda vuelta, repitiéndonos el viejo cuento
que de niños habremos escuchado, “viene el cuco” (la izquierda). Empero su
encono, su tufillo de odio, la insensibiliza al resto de los electores, pero, la
fortalece en el voto duro del fujimorismo.
Hay poco que destacar del candidato Forsyth, él estaba en su mundo, a
diferencia de Guzmán, que sutilmente intentaba ingresar a la mecha entre las
dos mujeres. El arquero de Alianza Lima, tiene otras propuestas
llamativas, pero no convence, es como un floro grabado. Por sus reiteradas
contradicciones que comete porque desconoce, como ese día, confundió el cerumen
(la grasa de las orejas) con los Serums (el servicio rural de los profesionales
de salud) creo puede esforzarse por ser mejor futbolista. Debería haber más debates de este tipo, donde podamos escuchar las
respuestas espontáneas de los postulantes, que los devele para identificar el
liderazgo que nos merecemos. Además de entretenido, es como en el fútbol ver
expectantes haciendo barra por los equipos, es muy importante para el destino de
la nación.