En los días buenos, llegaban hasta diez
volquetes para cargar hormigón y emplear a los pobladores de Culquish e incluso
Cascanga, pero desde que se instaló la hidroeléctrica, se quedaron sin
trabajo porque se destruyó La Cantera. Cuando iban hacer el justo reclamo a la
empresa, el alcalde de Jacas Grande,
Julio Miraval, llegó tarde, dos horas después cuando el burro murió a la reunión que él mismo convocó. Empresa no quiere dar su versión.
Construcciones de la empresa habría desaparecido las canteras de Palanca y Culquish - Foto: Yonel Rosales |
Por Yonel Rosales
Los tiempos de prosperidad, en el que se tenía un trabajo con
qué ganarse la vida un justo cachuelo se acabaron. Los días buenos son
del pasado, según me cuenta Esperanza Morales Gonzáles de 46 años, natural de
Palanca, pero que vive en Culquish Nuevas Flores distrito de Jacas
Grande hace más de 25 años. El amor la condujo allí, y dio tres frutos. Los
días buenos, era cuando diez volquetes llegaban
a La Cantera para llevar los tres tipos de arena o collotas, agregados que
vendían para la construcción.
La Cantera, una formación natural de la madre naturaleza, que todo te da,
tenía sus días contados cuando se anunció el proyecto hidroeléctrico en el río
Marañón, entre Culquish y Palanca. Era una distribución estratégica de
grandes rocas que funcionaban cual ilógicos cernidores que seleccionaban
el hormigón, la arena fina y las collotas. Como tantas empresas privadas que se
esfuerzan por ganarse la desconfianza. Los representantes de Hidromarañón, que
construyó su central hidroeléctrica en la zona, les habrían prometido no destruir La Cantera que empleaba a los
moradores, sin embargo lo desaparecieron. A los reclamos contestaron con
otra promesa, nos cuenta Esperanza, construir una infraestructura que junte la
arena. Más solo fue una promesa.
Grandes rocas formaron una cantera de tres tipos de arena - Foto: YR |
La falta de trabajo fue
llevadera en el 2016, cuando la empresa entregaba aproximadamente 50 mil soles
al mes, pero en el 2017 ya no harían dicho depósito. Los pobladores no piden dádivas,
solo quieren su antiguo puesto de trabajo con el cual se ganaban el pan y el de
sus hijos. Pese a las actas incumplidas, convocaron
a reunión para el 9 de julio de este año, los representantes de Hidromarañón
estuvieron puntuales; pero adivinen quién llegó tarde, no necesitan adivinar,
lo dije al inicio, el alcalde de Jacas Grande, provincia de Huamalíes, Julio
Miraval Rojas, de quien nos dicen que anda muy ocupado en los preparativos
de la campaña. A cuya jurisdicción pertenece Culquish. Llegó cuando e
fueron quienes lo esperaban. “Queríamos cuatriarle por tardón”, nos cuentan.
Nueva reunión será el 26 de julio para pedir reposición de La Cantera - Foto: YR |
La situación de empleabilidad es precaria, mataron a la
gallina de huevos de oro. En los días buenos, un esforzado trabajador ante la
falta de obreros, llegaba a ganar hasta
doscientos o trescientos soles en un solo día, ahora deben esperar la voluntad
de la empresa, a extender la mano. Más que el sueldo de un docente, o
quizás solo sea la nostalgia por el pasado próspero. El trabajo no escaseaba
para chicos o grandes, los paleadores de arena al volquete; mínimamente ganaban sus 50 soles por
volquete. Al día ingresaban entre seis a siete volquetes, y cuadrillas de obreros
lo cargaban de agregados. “A veces queríamos comprarnos nuestro volquete,
porque daba, daba entrada”, recalca Morales, “ahuraj nuapis, ni un sol para
vender”, acota Esperanza, con una sonrisa que intenta disimular la tristeza por
la pérdida.
La Cantera, generaba movimiento económico en la pequeña
población, la venta de comida era la actividad más cotidiana, ahora que se
destruyó a cambio de la generadora de electricidad, lo reemplaza el letargo. El próximo 26 de julio, sostendrán otra
reunión con los representantes de la empresa y el alcalde de Jacas, convocado
por el agente municipal de Culquish, Maximiliano Vásquez Cierto. Mientras
tanto, la señora Esperanza, que es madre a su vez, cuestiona que a la pérdida
de La Cantera, se sume el cierre de sus calles por la construcción de pistas y
veredas, empeorando el comercio. Lo que más siente, como mamá, es que varios escolares
que se ganaban el pan trabajando los sábados o días libres, ya no pueden
hacerlo. En la misma situación estarían sus vecinos de Palanca, cuya Cantera
fue inundada.
Ya vamos conociendo a Hidromarañón,
que tampoco quiere prestar su puente en estos días de cierre de la vía. Vamos
conociendo al buen mal vecino.
Construcción en el Marañón también inunda cantera de Palanca - Foto: YR |
NO QUIEREN DAR ENTREVISTA
Este periodista con la seriedad
que no le caracteriza se apersonó a las oficinas de Hidromarañón, donde nos
recibió el responsable de Relaciones comunitarias, Leucadio Artica Dueñas, que
se negó a concedernos una entrevista porque no tiene autorización de la sede
central; no obstante, llegó a decirnos que la población lo único que quiere es
la plata que daban en el 2016, pero que ya no lo dan porque concluyeron los
trabajos de construcción y dejaron libre La Cantera, hasta se atrevió a
señalarnos cómo está el lugar y que saquemos nuestras conclusiones sobre la
normalidad del caso. Obviamente, aunque los representantes de la empresa se nieguen
reconocerlo, tapar el río evita que discurra la arena. Sin embargo esta simple lógica
no es de fácil entendimiento por simples mortales como nosotros, por lo que la
empresa asegura que los habitantes de Culquish pueden explotar normalmente La
Cantera.
En cambio para los trabajadores de
Palanca, que efectivamente dañaron con la inundación, la hidroeléctrica estaría
reponiendo otra cantera de explotación de hormigón.
Esta es La Cantera donde el agua y el agregado ya no discurre como se muestra en la imagen - Foto: YR |
Última actualización: 22/07/17