“La larga trama de ladrones descubiertos de tres gobiernos, puede
ser una ventaja”
Qué vigente son los versos de César
Vallejo. Sería la afirmación exacta si ya supiéramos cuál es el futuro, cuando
nos dice: “en la puerta del horno se nos quema el pan”. ¿El “delfín” aprista,
Enrique Cornejo, resultará un pan chamuscado, pasable o inservible, con los
destapes del más grande caso de corrupción de los últimos tiempos? Las coimas
de empresas brasileñas a funcionarios hambrientos de dinero inician a manchar.
No se trata de hombres necesitados de alimentos, vestido o vivienda, porque
esas necesidades los tienen largamente satisfechos, estos ladrones están
sedientos de plata bebible. Cuanto más avanzan las investigaciones, aunque a
paso de tortuga, la mugre de la coima, poco a poco, comienza a manchar a Cornejo.
Al candidato de lujo, la mugre de la corrupción lo hace repugnante - Foto: Palabras Esdrújulas |
El logro consuelo del Partido
Aprista Peruano (PAP) de las dos últimas elecciones del país, primero las
municipales del 2014 y segundo del 2016, es haber obtenido un lugar expectante,
segundo lugar en el primero. El candidato estrella de la estrella fue Enrique
Cornejo, que gracias a su buen desempeño técnopolítico obtuvo alrededor del 20%
de votos en la plaza electoral más importante del país, Lima. Luego que
ridiculizara al mudo Luis Castañeda en el debate, la ciudad de los diez
millones de habitantes sorprendió otorgándole semejante votación a un candidato
que venía regazado, además de pertenecer a una organización históricamente
desdeñada en la capital, a excepción del exalcalde aprista Jorge Del Castillo
en los 90.
Esta breve e intensa presentación
exitosa de Cornejo en la política, con amplia experiencia técnica con los cargos
importantes que ocupó desde el primer gobierno de Alan García, siendo el ministro
favorito en el segundo, lo disponía como el líder sucesor del Apra. Muchos
militantes, seguidores y los que están en el closet (se hacen los difíciles en aceptar
sus simpatías aprofujimoristas) lo auparon, porque la esperanza del recambio que
demoró mucho asomó la cabeza. El Apra nunca muere y no morirá con Alan, como
muchos agoreros esperáramos. Claro, no morirá pero quedaría relegada, arrinconada
como en las elección del 2016. Hasta los rivales dentro mismo partido fueron
cautos en sus apreciaciones, pueda que lo terminen necesitándolo. El inesperado
éxito, impulsó a Cornejo a avanzar sus fichas en el partido, en busca del
poder, hoy es candidato a la secretaría general del PAP. Parecía en el
horizonte esperarle una esplendorosa aurora, el éxito de la sucesión. Parecía, ahora
ese horizonte es espectral.
¿Por qué será que cuando se trata
de corrupción casi siempre, mayoritariamente, históricamente, están vinculadas
al aprismo y al fujimorismo? Así como la ladronería te da ventaja con dinero
fácil sobre tus competidores misios, a veces con la justicia enclenque, puede
voltearte el plato en contra. Esta situación similar comienza con sus
consecuencias contra el expectante candidato del PAP, Enrique Cornejo. La mugre
de la corrupción, por mérito de justicias extranjeras (Brasil, Suiza y EE. UU.)
Porque si fuera por la peruana no tendríamos nada, pues, pese a tener indicios
de corrupción desde el 2015, a nadie de ese sistema judicial podrido, se le
ocurrió iniciar un proceso. Los rivales internos de Cornejo, cautelosos a un
inicio, infraternos ahora, como Mauricio Mulder, ya le pidieron públicamente
que mejor se retire para aclarar hasta dónde metió la pata con la corrupción en
torno al ministerio que él manejó en el segundo gobierno aprista.
Las millonarias obras de la línea 1
del Metro de Lima, que fue vendido como la obra cumbre y le permitió colocarse
en buena vitrina a Cornejo, pero que escondía millonarias coimas, empiezan a
nublar el futuro promisorio. Tres altos funcionarios del Ministerio de
Transportes y Comunicaciones, del que fue ministro Enrique, son procesados,
algunos con prisión preventiva por ladrones. Ocho millones de soles recibidos
de Odebrecht para sobrevalorar, declararlo ganador en una licitación manejada.
Vaya casualidad, el prófugo exviceministro Jorge Cuba Hidalgo, era hombre de
confianza del aprista Cornejo, premiado, halagado por el mismo Cornejo, miembro
del plan de gobierno del aprismo. Pero ahora que detectaron las coimas, es un
apestado, para el mismo Cornejo, que lo aupaba como el tecnócrata ideal que
junto a él administraría la Municipalidad de Lima, quisiera decir que nunca lo
conoció, no obstante sus vínculos son evidentes. Otra casualidad, los hijos de
apristas, entre ellos de Cornejo, hacían cuantiosos negocios con Odebrecht por
intermedio de sus exitosas empresas. Éxitos casuales, la moda de los últimos
tiempos.
Quien ya purga prisión, Edwin Luyo
Barrientos, otro de los técnicos de Cornejo, ya dijo que “la pita se rompe por
el lado más débil”, palabras que tienen múltiples interpretaciones, para mí,
quiso decir: mis jefes fueron parte de las coimas pero no serán encarcelados.
La gran víctima de principiantes develaciones de coima es el expectante Enrique
Cornejo. La fantasía del futuro promisorio pueda que solo sea eso, una utopía.
Aunque no haya recibido directamente las coimas, el costo político va a pagarlo
Cornejo, suponemos ya comprendió a Mulder. ¿Cuál será el precio? No todo está
perdido, pero el camino que sigue Cornejo es la del “pudo ser”, difícil camino,
pedregoso y espinoso, con destino aún no claro, el fracaso o el éxito. Pueda
que ser el primero en esta larga trama de ladrones descubiertos de tres
gobiernos, sea una ventaja para el aprista, quizás las otras funciones de
Toledo u Ollanta sean más espectaculares y olviden la primera presentación, hasta
hacer como si nada pasó. Sin embargo, ahorita, está tempranamente quemado,
¿pasable o inservible?