Agradezco públicamente
a Ricardo Prado, aunque sea un poco tarde, por su reiterada solidaridad. Al
amigo Gerver Castro, a Miguel Pablo, a Néstor Bajonero, a los amigos y amigas de
las redes sociales, a la manifiesta solidaridad del público y el pueblo. Gracias.
Denunciar las irregularidades,
confrontar la corrupción no es fácil, es peor en un entorno como Llata o
Huamalíes donde ciertas autoridades confunden el haber ganado una elección, sea
por chiripa o mérito, con ser dueños y amos de una municipalidad; donde mangonean
como en su chacra. Se podría sobrellevar porque son analfabetos. Pero sobrepasa la gravedad cuando viene de abogados,
o dizque abogados, que cometen colosales violaciones del derecho. Golpear a un
periodista, o desalojar por la fuerza sin ningún motivo de las oficinas de la
comuna por entrevistar tranquilamente a un funcionario como actuó el abogado y
exalcalde Ciro Trinidad; ahora
último, con la agresión en presencia del abogado Ricardo Tello, en su despacho,
y ordenar la prohibición de dejarme ingresar a la Municipalidad de Huamalíes,
pone en duda el título de abogados. ¿En qué punto de la ley está escrito prohibir
el ingreso del periodista a una entidad pública, tras haberlo agredido y
quejarse?, he pedido una explicación
pública al señor Tello, parece que no tendré respuesta y primará la abusiva
orden del exfiscal. Perdemos, mientras otros ganan, y de ahora en adelante
sabrán hacerla para seguir ganando.
Sumas y restas de tener que hacer una denuncia grave, ganan por el momento, a la larga ganamos todos |
Lee más: PISAR TIERRA Y ANDAR DESCALZO
Por Yonel Rosales
Cuando Walter Carhuamaca decidió hacer público los audios de la
corrupción, sumó otra pérdida a su cuenta. Me explico. Decirle no a la
coima, porque lo que se habla en los audios es eso, una coima, trae serias
complicaciones para el honesto. Si es un empresario, es la pérdida del contrato,
a futuro ya no contarán contigo ni siquiera para el relleno de cotizaciones. Si decides hacerlo público, se suma la
pérdida de amistades y relaciones. Plata y amistad por la borda. De seguro
la regidora Ketty Sánchez no volverá a llamarlo tío, ni se dirigirá a él con la
frescura y confianza que se la oye hablar. Ni Russel Martel volverá a despacharse
como lo que en realidad es. Ya no será
el cariñoso tío de Ketty, a quien llama y llama, lo busca y no lo encuentra, ahora
despectivamente es el “pseudo empresario”.
Por mi parte, yo ya no seré el
periodista a quien Ketty buscaba desesperadamente para promover su candidato, al
parecer nadie le daba bola, porque no se entiende que busque a esta paginucha,
lo digo yo, una pequeña ventana. De ser
un tipo minúsculamente solicitado, ahora soy el “periodista carroñero”. Sí,
así fue como inicié el cierto grado de amistad con Ketty Sánchez, por su
necesidad de publicar algunos temas. Ella sabe, así como muchos quienes me
buscan, que nunca le he cobrado nada. Sin
embargo, con el recurso de sus llantos, intenta arrastrarme a su fango, que
todo es plata. ¡Cómo has cambiado pelona! Parafraseando a mi profesor
Armando Aquilino, podrán acusarme de muchas cosas, pero nunca de usurero. Siempre
he intentado ser justo, aunque incontables veces me ofrecieron para torcerme.
En el mundo del periodismo, hay personas dispuestas a pagar por evitar una
publicación o para que te hagas el sonsonete con las preguntas, algo de
experiencia tengo por haber trabajado en reconocidos medios.
Lo que no puedo negar, es que sí,
defiendo causas y no intereses, tengo fijación política, simpatías, pero no es
la plata lo que me define, son mis ideales. Porque hay que decirlo, eso de la
imparcialidad es un cuento que algunos nonatos defienden cuando en sus narices
inclinan la balanza. Por sobre mis
simpatías y causas políticas prima la verdad. ¿Y cuál es la verdad en el caso
de los audios de la corrupción? Hasta donde indagamos no se habría consumado la
coima, solo porque don Walter es una persona honesta. ¿Pero cuántos
Carhuamacas hay, dispuestos a develar la ladronería?, contados, ¿de mil uno?
Sino pues, tendríamos a docenas de nuestros ladrones con disfraces de
autoridades presos.
Al ingeniero electricista, ya
después de la publicación, antes no lo conocía, pues confió en otro
“periodista” que no le dio importancia a su denuncia. Le dije, debiste prestarte a la coima y denunciar todo en flagrancia,
ahorita los estarías viendo a Ketty y Russel, y quizás más personas, ingresando
a Potracancha. El haber participado en primicias, donde policías terminan
comiéndose los billetes y pidiendo agua en modo ¡socorro! O malograrle el
viaje, de paso el mío, a un fiscal por pedir un par de carcazas de carnero para
el cumpleaños de su hermana cuando ya lo tenía en la maletera del carro, me enseñó
que es más eficaz el delito cometido.
En cambio ahora los audios de la
corrupción, se empantanarán en un largo proceso, quizás para su sobreseimiento.
Lo que nunca podrán borrar, la regidora o los cinco regidores - hay otro video
- y el alcalde Ricardo Tello es su fama. El daño a su reputación, si es que la
tienen. Porque más allá de la comisión
del delito o no, los legalismos con los que se escudarán, está la intención, el
fondo del asunto, la voz y sentimiento de los regidores. Eso no podrá borrar
por más fango y golpes que me den. No
se puede negar lo evidente, cuando es tu voz, lo que quedaba era dar explicaciones enrevesadas, disculpas discretas,
el arrepentimiento aunque sea de simulo, porque dicen: gallina que come huevo,
aunque le quemen el pico. Sin embargo, con la frescura que le caracteriza la
señorita Sánchez Ocaña salió a despotricar
contra quienes la pusimos al descubierto, como si tuviéramos la culpa de
sus propias palabras.
Esta era una oportunidad para el alcalde Ricardo Tello de quitar las
sombras sobre su gestión, sin embargo, el obtuso Tello, salió a decir que la
difusión de los audios es un complot por la vacancia en su contra y otras
idioteces que me hacen creer su actitud de obtuso. Aunque
sea simbólicamente, de puro cuento, debieron aprobar una suspensión de los
regidores Ketty y Russel, pero el solícito José Rosales, nos informan,
fundamentó legalmente en la reconsideración de la ya aprobada suspensión; habría
llegado a tratar de chiquilladas el pedido de suspensión. Sé que no les importa la imagen menoscabada de su institución y al
parecer ni la de ustedes mismos, por el empacho del poder de su mayoría, pero
debieron hacerlo por resguardar sus propios intereses. Qué son un par de meses
de suspensión, esas dietas son fáciles de recuperar en una coimisión, como lo
dejó claro Martel.
Bueno pues, pasemos la página hasta
que avancen las investigaciones y vuelva la agenda. Por lo pronto, al menos
mientras estén en la Municipalidad de Huamalíes, seguirán ganando y nosotros
perdiendo, aludiendo a la ya famosa frase de Ketty, de usted ganando y yo ganando
cuando habla de los tres mil soles. Bien que van ganando, con la evidente complicidad
del Fredill, el silencio portentoso de conspicuos críticos en otros tiempos. San
Miguelina inspírelos aunque sea para el floreo. No sé si sea escupir al cielo,
pero estos cambios de bando me avergüenzan, alguna vez me puede tocar callar, es
que somos humanos.
Usted gana Ketty, siguen ganando
Russel, Tello y los demás, porque tienen experiencia en lo suyo, y uno puede
terminar salpicado en su fango. No por eso vamos a dejar de seguir ventilando
lo oscuro, aunque haya restricciones de ingreso a la comuna, lo seguiremos
intentando. Esta orden autoritaria, no desde
la razón o del derecho, sino desde el abuso del poder de alcaldes, regidores o
funcionarios públicos, solo es
compensada con la razón que nos da el público.
Agradezco públicamente a Ricardo
Prado, aunque sea un poco tarde, por su reiterada solidaridad. Al amigo Gerver
Castro, a Miguel Pablo, a Néstor Bajonero, Joel Rímac, a los amigos y amigas de
las redes sociales, a la manifiesta solidaridad del público y el pueblo. A los
otros, disculpas por no mencionarlos, es que no se les oye XD. Gracias.