El 2017 escribía, que debió ser el
año de la consolidación con grandes obras de las autoridades salientes. No fue
así. La inversión pública (ejecución de
obras) cayó drásticamente con el hachazo impuesto por PPK. La inversión
privada también se desplomó, caímos de las nubes del boom minero, la economía tiene
un débil crecimiento; como consecuencia de este cóctel, no hay chamba. INEI
informó el incremento del desempleo en 8.1%, la pobreza en 375 mil personas. Es
el escenario fértil para el retorno de los “roba pero hace obra”.
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Por Yonel Rosales
Toda época pasada fue mejor, más si la bonanza económica se acabó en el
presente. La gente recuerda con nostalgia, aunque las exautoridades robaban
hacían obras. Pese a la crisis de la corrupción, los múltiples problemas del
país, lo primero es lo primero, el sustento, ¿de qué vive la gente si no hay chamba? Esta ralentización económica se
la cargan a los gobernadores y alcaldes cuando la responsabilidad mayor es del
gobierno central. Esa es una razón elemental para que exautoridades
cuestionadas, detestados en su momento por casos de corrupción, ahora tengan
altas probabilidades de ganar. Es que lamentablemente
la honestidad no se come, es difícil que las mayorías la hagan suyo como un
valor esencial para el desarrollo, no entienden de problemas
macroeconómicos, es más importante el pan del día, responden a que con él “sí
había chamba”, sumado a eso, que los actuales son como los que roban y ni hacen
obras.
El terreno fértil para el retorno de exalcalcaldes, exgobernadores, ahora
es cuando dará frutos, puesto que la idea, las actuales autoridades son
incapaces para hacer obras, fue sembrada desde comienzos del periodo de
gobierno, donde tuvieron que pasar por el cambio de gobierno de Ollanta a PPK y
hachazo, después Martín Vizcarra, otro factor en contra para la caída de la
inversión pública. Los que tientan la
reelección, dicen: vuelven las obras, capacidad de gestión demostrada,
experiencia, etc. De ahí que la gente, se conforma que aunque roba, hace
obras y hay chamba, cuando la falta de trabajo responde a factores más
complejos como los citados al inicio.
Por último, a ese discurso de los
reeleccionistas, parece que las
condiciones se les alinearán favorablemente, puesto que la economía empieza a
recuperarse, no por obra de las exautoridades, sino que, por ejemplo, uno
de los motores más importantes de la economía, la inversión privada, crecerá
5.5% en el 2018 y 7.5% en el 2019 según el BCR, cuando esta cayó en 11.8% en el
periodo del 2014-2016. En el mismo lapso, la inversión pública cayó a 9.3% y
ahora se recupera, de acuerdo a la Cámara de Comercio de Lima. ¿Se dan
cuenta?, parece que la suerte acompaña a los roba pero hace obra.