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Por primera vez, tras casi dos
décadas de estar postrado en los hospitales y terminar anclado a su cama y de
vez en cuando a una vieja silla de ruedas en el distrito Chavín de Pariarca,
Ever Echevarría, cuenta los detalles de la trágica volcadura de un ómnibus de
la empresa Trans Vítor que
prestaba servicios de transporte de pasajeros de Huánuco a La Unión. Abandonado
a su suerte y con la vida desgraciada por ganarse S/. 10.00 o 20.00 soles, reclama al dueño del vehículo Armando
Vítor, ayudarlo económicamente, ya que no hubo justicia que lo resguarde.
Y apela a las PERSONAS DE BUEN CORAZÓN PARA PEDIRLES SU APOYO CON UN
DONATIVO A LA CUENTA DEL BN: 04088634042.
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ABANDONA CARRETERAS PANTANOSAS
Por
Yonel Rosales
Ever
Echevarría Ramírez a sus 38 años, quien un día correteara y brincara, quedó
como una tremenda criatura indefensa que requiere la atención para sus
necesidades elementales y hasta las fisiológicas, solo su vieja madre, Felicita
Ramírez Nieto, con sus achaques de anciana, la vista perdiendo a causa de la
diabetes, le socorre en todo. Ever, es una
de las víctimas abandonadas a su suerte por la empresa Trans Vítor, después de
la volcadura de un ómnibus que dejó el saldo aproximado de 40 muertos, según
relata el entonces ayudante del vehículo, quien responsabiliza al dueño Armando
Vítor Alania y le exige su apoyo, ya que la justicia, que debió resguardarlo,
nunca lo protegió.
18 años después el secretario y ayudante de reemplazo en ese día fatídico exige a Armando Vítor asumir su responsabilidad - Foto: Yonel Rosales |
LAS
CONSECUENCIAS DEL GARROTE
Por primera vez ante las cámaras de un periodista, Ever Echevarría, principal
testigo de la tragedia que enlutó la región Huánuco cuando volcó el ómnibus de
la empresa Vítor, mientras se dirigía a La Unión provincia de Dos de Mayo, cuenta con detalles la causa del trágico accidente,
ocurrido un 11 de octubre del 2003, a eso de las 11:00 a.m.
Ómnibus quedó completamente destrozado tras caer al abismo, pasando Tingo Chico - Foto: Cortesía |
Como ya es repetido, un accidente de tránsito no es un accidente, por lo
general se remite a causas de irresponsabilidad. Según relata Ever, días antes
de ese viernes aciago que le desgraciaría la vida, el dueño de la empresa y
chofer, Armando, fue parte de una gresca
en el que resultó garroteado en el enfrentamiento entre efectivos de Serenazgo y
comerciantes ambulantes, a quienes la autoridad pretendía desalojar del Jr.
Tarapacá, la 444 donde estaba la agencia y el joven era el recepcionista. Los golpes fueron de consideración que lo
dejaron magullado y con medicación al conductor del vehículo, que les
obligó retrasar el viaje por motivos de salud.
Alrededor de 40 muertos fueron las víctimas en esta volcadura, según relata Ever Echevarría - Foto: Cortesía |
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“Después, ya podía
mover sus pies”, cuenta Echevarría, quien para mala suerte, ante la ausencia
del “churre” le tocó desempeñarse como ayudante a cambio de S/. 10.00 o 20.00
soles, la paga dependía de la cantidad de pasajeros. “Como no pagaban bien ni tenían seguro, los ayudantes muchas veces no
venían, entonces a los secretarios nos mandaban”, cuenta, quien hacía dos años
se desempeñaba como responsable de la venta de boletas de pasaje, recibir y entregar encomiendas en la agencia. Ese día
planeaban llegar a La Unión para cargar a un grupo de docentes, pero pasado
Tingo Chico, mucho antes de Cachca, se desbarrancaron.
EL CALVARIO
POR CULPA DEL SUEÑO
De acuerdo al
testimonio de Echevarría Ramírez, el chofer Armando Vítor se quedó dormido
mientras conducía. “Yo creo que los medicamentos le afectó”, refiere. El ayudante que iba parado a la puerta, se percató que
el carro se salía de carretera, volvió la mirada al conductor, y este dormía. Vio
que ya era demasiado tarde, solo saltó para mover la palanca para abrir la
puerta, tropezó y se invirtió porque el vehículo se desbarrancaba. Lo último
que recuerda es que era arrojado por una de las ventanas. Lo encontraron sobre una roca y ramas, colgado por la mitad. Ahí habría dañado irreparablemente su
columna. Recuperó consciencia en un quirófano, donde su cuero cabelludo hacía
sentidos cricks, en cada puntada de aguja e hilo que hacían los médicos.
Ever en realidad trabajaba de recepcionista en el Jr. Tarapacá 444 de Huánuco y solo reemplazaba cuando los ayudantes no venían - Foto: Cortesía |
Ese día comenzó el largo calvario de Ever, 18 años de padecimientos por las
graves heridas y no poder mover la mitad del cuerpo. Un mes antes se le había
vencido el SOAT a Trans Vítor, por lo que no se podía apelar a la indemnización.
Él como ayudante esquilmado, en el reino
de la informalidad, no contaba con ningún seguro, ni hubo justicia que haga
valer sus derechos, ni parientes lo suficientemente preparados para exigir que
el dueño de la empresa Armando Vítor Alania, asuma las consecuencias de su
irresponsabilidad. El último gasto para su salud, fue que le enviaron a
Lima y su pasaje de retorno, de ahí fue abandonado a su suerte.
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La falta de recursos le obligó a no intentar otros tratamientos médicos. Inmovilizado,
con gran esfuerzo fue trasladado a su
lugar de origen, en el distrito Chavín de Pariarca, provincia de Huamalíes. Aproximadamente
a 20 minutos de caminata por un trecho angosto y agreste hasta Huamanripa,
de donde por sus condiciones físicas y su pesado cuerpo nadie se atreve
trasladarlo a la población. Tras largos años de sufrimiento cruel, acompasados con
alaridos de dolor, al fin está más restablecido.
Ever comenzó a trabajar a los 18 años porque su hermano le recomendó - Foto: Cortesía |
EL COSTO: UNA
MADRE CIEGA
Su mamá, que insistió reiteradas veces para que los profesionales de salud
de Chavín lo evalúen, no acudieron a su auxilio. Todas las veces le dijeron, tráelo
a tu hijo. “Cómo puedo llevarlo, ni que
fuera una criatura para cargarlo y llevarlo a la posta”, narra sus dolores la
madre, Felícita Ramírez. Sin ser
médico, ha probado todas las yerbas del campo para ayudarlo a sanar: puchas,
tras puchas, shojpis, floriados e incontables ocurrencias matizadas con
plegarias consiguieron que las manos encogidas de su hijo, ahora puedan moverse
hábilmente. El pus constante que emanaba de sus aterradoras heridas en la nalga
y la cintura ha cesado y parece que la herida ya no abrirá. Toda esta
dedicación de madre a hijo, tiene un gran costo.
Felícita, la madre de Ever, es la que se desvela por el cuidado de Ever, descuidó su salud, tiene diabetes y está próxima a quedarse ciega - Foto: Yonel Rosales |
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JODERSE LA
VIDA POR 20 SOLES
“En todo este
tiempo, me habrá dado 400 soles”, asegura Ever Echevarría, al quejarse de la insensibilidad
de Armando Vítor, según dice. “Siquiera
debe darme 200 soles por mes, yo necesito”, acota. En las dos ocasiones que
Armado subió a su casa, le habría regalado 50 soles. No es que haya viajado de
Huánuco específicamente a visitarlo, sino que con su empresa hizo un servicio
de transporte hasta Tantamayo, fue cuando se acordó de su víctima. Ante la situación preocupante de su madre,
Ever emplaza a su exempleador a asumir su responsabilidad. “Ya no tiene hijos
que mantener, tiene todo, ¿acaso está como yo?”, subraya.
Muchas veces le llamó, Armando no contesta. Hace poco, después de tanta insistencia mediante el Facebook, Vítor
contestó con frialdad y pocas palabras. “Cómo estás. Cuídate”. Ever, quizás
comete el error de pedirle “apoyo” a su exjefe, cuando debería exigir que
cumpla su obligación. “No trabajo Ever hasta después de enero”, le respondió,
quien lleva en su pesada mochila 40 muertos a causa de su sueño, y ni siquiera
por cargo de culpa, de eso que dicen conciencia, trata de enmendar su acto. En
el mensaje al que tuvimos acceso, Ever, como quien ruega, le dice “porsiacaso te doy mi número de mi cuenta 04088634042
en el Banco de la Nación”. Joderse la vida de por vida por los 10, 15
soles, con suerte 20, que le pagaba como ayudante.
Apelamos a nuestros lectores y personas de buen corazón apoyar con sus
donaciones a Ever Echevarría, al número de cuenta en 04088634042 en el Banco de la Nación, que en estas fiestas de fin de año
sus corazones caritativos se ablanden. Ever
les estará agradecido. Les deseamos una feliz navidad y próspero año 2022.