¡SÉPTIMO MANDAMIENTO! EDGAR CÉSPEDES DEVUÉLVEME MI GRABADORA - Desde la Torre

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jueves, 26 de octubre de 2023

¡SÉPTIMO MANDAMIENTO! EDGAR CÉSPEDES DEVUÉLVEME MI GRABADORA

 

HA PASADO UNA SEMANA Y EDGAR CÉSPEDES NO ME DEVUELVE LA GRABADORA QUE ME ARREBATÓ

Con la bestialidad que le caracteriza el indigno alcalde de la Municipalidad Provincial de Huamalíes, Edgar Céspedes, me quitó mi grabadora en las instalaciones de la comuna. Frente a seis regidores y un par de trabajadores me sacó como si de su chiquero se tratara. Con su actitud matonesca me motiva para dedicarle más tiempo para sus anticuchos y chicharrones. Parece no comprenderlo, a este caserito de agresiones, no lo calla nadie. Vea Ud. esta vez decidí manejar el perfil bajo y publico después de varios días del suceso.    

Fue elegido para alcalde pero el señor Edgar Céspedes se toma en serio la función de conserje matonesco - Composición: Yonel Rosales

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Por Yonel Rosales

El jueves 19 de octubre a eso de las 6:40 p.m. cuando me encontraba en la sala de regidores de la Municipalidad Provincial de Huamalíes, y acababa de tomar mi primera y única foto de este concejo, el alcalde Edgar Céspedes Salas, viene presuroso de su oficina de alcaldía para exigirme mi identificación de periodista - pese a que otras veces me concedió entrevistas y pese a que el ejercicio de la libertad de expresión no está condicionado a una acreditación, derechos constitucionales que las bestias no entienden – entre que trastabillaba en sacar mi carné y grabar con mi celular, la supuesta “autoridad”, Céspedes me sacó a empellones del ambiente, gritándome que ya mucho me pasaba, que quién me creía. Ningún regidor, los dizque, fiscalizadores, dijo: alcalde, compórtese, no puede tratar así a un ciudadano. ¿A santo de qué?

Yo, tonto, no opuse resistencia porque creí que solo me desalojaría de la municipalidad, que Céspedes cree regentar un bestiario. Al llegar cerca de las gradas, empezó a golpearme con patadas y puñetes. Un par acertaron y ya no duelen. Traté de asegurarme que aunque sea mi grabadora de voz no se haya puesto en pausa. Fue un error, el matón, como si imitara a un ladrón que cogotea por un celular me arrebató mi preciado equipo. Mi querida reliquia de agotadoras jornadas periodísticas donde mi única chamba era perseguir noticias, confrontar políticos corruptos. Esa grabadora fue acariciada por las manos de la bella Lucía, la editora de Correo. Otras veces cayó en las manos maestras de Chelelo, el periodista más afamado. Alguna vez llegó en Judith, la ácida jefa, exigente al límite para las primicias y la perfección. Esa grabadora, muy breve, también sirvió en Radio Ondas de Huallaga. Ya pasó su época dorada, ahora el celular lo reemplaza todo, pero su tamaño práctico, su conservación seminueva y, sobre todo, el cariño que le tengo impedía que lo abandone entre las cosas en desuso, al lado de mi triste MP4 de 8G.

Ni aunque explicara detalladamente por qué un periodista toma fotografías lograrían entender qué es una toma de apoyo, precisamente después que tomé esta única foto el alcalde Edgar Céspedes me agrede - Foto: Yonel Rosales  

Los golpes del alcalde me hicieron huir con retorno a la sala de regidores. En ese momento cuando más los necesitas, mis malditos celulares se bloquearon. El irracional enfurecido, es decir el alcalde Céspedes, me persiguió. Gracias, intervino el regidor Arturo Bajonero, pidiendo que se calme. También intercedió su colega Jelión Miranda, pero tratando de culparme. Cuando empecé a grabar, el alcalde escapó, llamó a los efectivos de serenazgo para que me desalojen. A veces los galgos son más bravos que el dueño, había uno que me amenazaba con rematarme si no me iba. Exigí que me devuelvan mi grabadora para irme. Buscamos por el piso con los cinco serenos obligándome a largarme. El peligroso periodista que no tiene más arma que estas palabras, solo encontró la tapita de la grabadora.

Denuncié los hechos en la comisaría de Llata. Al día siguiente, el viernes 19, en la inspección técnica policial y fiscal. Se presentó el abogado Carlos Teves Santamaría, en representación de la municipalidad, dijo ser el secretario técnico del procedimiento administrativo disciplinario. ¿Ese no es el área que precisamente sanciona a nivel administrativo el comportamiento delincuencial, indecoroso de sus funcionarios? Como todo aquel que primero defienden sus frijoles y echan a tierra sus juramentos hipocráticos por un sueldo. La calle está dura. Empezó a cuestionar la hora de mi ingreso. Ese día entré fuera del horario de oficina porque había una sesión y las puertas estaban abiertas, recién al llegar a la sala de regidores caí en la cuenta que la reunión había concluido, solo estaban los “fiscalizadores” Jelión Miranda, Gerver Castro, señor mucho gusto, Arturo Bajonero, Flormira Ortiz, srta mucho gusto y dos trabajadores más.

Teves, el de ese cuento de rimbombante nombre de procedimiento adm… y bla, bla, bla insistía que yo no fui invitado para estar en el concejo. ¿Y es abogado?, ¿desde cuándo un periodista tiene que ser invitado para cubrir información? Vaya sandez. ¿Ha leído la constitución, lo más básico? Digamos que el alcalde Céspedes, con sus grandes dotes cerebrales y abogados de este tipo, hizo sus propias leyes. Y yo no tenía, no debía ingresar a una instalación pública, a no ser que ya se apropió de la comuna. No lo sabemos aún. ¿Eso le da derecho a sacarme a empellones, golpearme y despojarme de mi grabadora? Suponiendo, como en el caso de Tazo Grande, Céspedes aplica las leyes según la chifladura, su propia constitución, sus nebulosos tratados intergalácticos para defender la reelección del alcalde, no obstante, al enfático rechazo de la Contraloría, ¿podía retirarme a la fuerza teniendo sin una previa invitación a largarme y sin que haya cometido alguna falta? De repente, de repente. De ahí que hablo de locuras y chifladuras que tuercen las leyes que amparan nuestros derechos. Pero quien debe estar entre los primeros en cumplirla y hacerlas cumplir, es la “autoridad”, ¿comprende eso?

Inspección técnica policial con la presencia del gerente Alberto Contreras y Carlos Teves de procedimientos... bla, bla, bla - Foto: Yonel Rosales

Ya todos sabemos de la calidad de “autoridad” en Céspedes Salas. Ese inmerecido cargo que ganó hace ratos quedó manchado por sus propios actos. Lo único que hacemos los periodistas, como este modesto servidor, es poner en vitrina, sin ambages, los hechos. Sin embargo, para los políticos corruptos, los chuecos o wicsus de derecha o izquierda, los mensajeros somos los culpables. Acostumbrado a la franela y las rodilleras de cada mañana en la radio cree el alcalde que todos le debemos. Me pregunto. ¿Tan importante soy?, ¿tanto impacto tiene mi ventanita periodística? Sabe señor, me sentiría halagado si no fuera porque Ud. Es Edgar Céspedes. Los ataques que padecemos los periodistas de a verdad, es como hacer de tripas corazones, lo tomamos como una condecoración. Qué mayor gusto que por tercera vez gané este reconocimiento. Significa que algo hacemos bien. Tercera administración municipal que me da ese inmerecido crédito. El primero el exalcalde Ciro Trinidad, hasta hace poco condenado por un caso que yo denuncié en esta página. El segundo reconocimiento del exalcalde Ricardo Tello, aunque no fue él quien me atacó, como lo dije enantes, a veces los perros son más rabiosos que el amo.

Más tarde, en la inspección fiscal del viernes 19, el cerviz gerente Alberto Contreras, llegando fuera del horario de ingreso dijo que debía hacer un mea culpa. Digamos que en las alucinaciones del reino que tiene Edgar Céspedes, tomar alguna foto es delito. ¿Pero acaso ese día le tomé fotos a él, su majestad el reyezuelo? Y puede un monarca. No, volvamos a la realidad. ¿Puede una, entre comillas, “autoridad” caer tan bajo ocupándose de la labor del conserje?, ¿Al alcalde lo eligieron para un vil cancerbero o para mejorar Llata?, ¿Qué, acaso un digno estadista no debe estar cavilando en la gran obra del estadio Colón que nos sacará de la pobreza?, ¿el meritorio alcalde no debería estar urdiendo ideas para atrapar a los ladrones en las obras millonarias, como del agua para los llatinos? Ya, no importa, algo más simple, debe estar atareado en arreglar la chanfaina de la plaza. ¿No siente vergüenza que tras anunciar con bombos y platillos y hacer el ridículo de ceremonia para construir o reconstruir una gran plaza en los próximos días, a la fecha tenemos una imitación de chiquero con aguas estancadas de olores repugnantes que quizás son almizcle para sus olfatos?

No, qué va. Lo más importante para el alcalde Céspedes es este bloguerito. Cree que golpeándome me callará, pregúntale a Ciro si alguna vez me callé. Lo único que Ud. consiguió es motivarme para dedicarle un poco más de mi valioso tiempo en ventilar los olorosos anticuchos y chicharrones. Hay mucho por trabajar, la verdad es que la flojeritis aguda me vence. Llegará el día en que me rinda, pero no será por Ud. Mientras el público me siga leyendo, que es al único a quien nos debemos, continuaré publicando. Esta nota les encantará, es algo como David contra Goliat. El público en persona me lo hace saber y las métricas de mi Blog lo reflejan.

Cuando el alcalde me sacó a la fuerza de la sala de regidores me dejé conducir sin oponer resistencia, pero al llegar a esta zona empezó a golpearme - Foto: Yonel Rosales


Ya para terminar esta entretenida monserga, señor Céspedes Salas, le pido, por favor, me devuelva mi grabadora, su arrebato me recordó a los ladrones de poca monta. Yo no creo que Ud. Sea un ladrón, no de una minucia como mi grabadora. Sabe, no me va bien en cuestión de equipos periodísticos. He perdido cámaras de alto valor, al menos para mis magros bolsillos. Una vez unos choros del Jr. Luna Pizarro me cogotearon mi Sony. Al siguiente mi Olympus en una combi. Después mi ultra zoom Canon, así, la lista continúa. Hace algunos meses me robaron mi Huawei, con mi nuevo celular lamento el robo. Y ahora esto, la pérdida de mi grabadora. Para Ud. Señor Céspedes qué insignificancia podría tener mi grabadora. Para mí, aparte del valor sentimental que le tengo y la desaparición de ese modelo del mercado, significa un costo para mí. Entenderá que no tuve la suerte de sacarme la lotería. O como otros, no hemos sido consejeros o presidentes que, de ser un simple profesor aplazado, milagrosamente agrandaron su fortuna. Con esas consideraciones, apiádese de mí y devuélvame mi grabadora o verá el anuncio de mi reclamo en todas mis notas.

El regidor Arturo Bajonero, al notar que huí de las garras de la ... intercedió - Captura de video 

Ahora a lo serio, para terminar. Puede leer cualquier libro de política o consultar a algún especialista de imagen, medianamente conocedor, es de gran valor conservar la buena imagen para un político, ese es su capital. Ud., arcaicamente debe tener nociones, por eso me condecora. Pero debe caer en la cuenta que los periodistas no nos inventamos hechos, eso sería difamarlo, solo narramos los sucesos. ¿Soy yo el culpable de haber nombrado a un exgerente corrupto?, ¿Soy yo el culpable de los revolcones y la vergonzosa pelea por un rabo ajeno?, ¿Yo me inventé la foto de un alcalde detenido?, ¿soy el culpable del mamarracho de Tazo Grande o de la plaza de Llata? Ten presente, te quedan tres años de gobierno. ¿Viste cómo pasó volando el año? Lo lindo de la democracia es que un gobierno tiene su fecha de caducidad. Recuerda cómo andabas suplicando porque voten por ti. Incluso a mí me tenías que mostrar tu “linda” carita. Todo cambió cuando te dejé como un descarado mentiroso con la volcadura del tractor de Puños, pero fueron tus propias palabras. Negaste ser partícipe y yo demostré que mentías. De ahí me odias a morir. El poder se acabará pronto, pero yo seguiré siendo periodista después de Ud. Callarme a golpes no podrás, quizás solo a través de métodos fatales, que probablemente rondan tu cabeza. Recuerde el quinto mandamiento. Con el séptimo mandamiento, devuélvame mi grabadora.   

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