Un grupo de autoridades comunales
del distrito de Chavín de Pariarca, conocidos como los campos, habría aplicado justicia
contra un agresor, conocido comúnmente como los “pega mujeres”, antes que la
esposa llegara a presenciar el castigo. Como no estaba convencida que realmente ya le habían dado su fuetazos,
exigió presenciar el vuelto. Posteriormente la Policía Nacional intervino en el
caso.
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| Policía llegó después que mujer llegó a "buen arreglo" con su agresor y habría decidido ya no denunciar - Foto: Yonel Rosales |
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Por
Yonel Rosales
Un domingo por la mañana en el caserío de Micarín del
distrito de Chavín de Pariarca, una madre de familia víctima constante de
violencia familiar, gritaba pidiendo auxilio puesto que su esposo la iba matar pues
la estaba golpeando y la tenía amenazada con un machete, según escucharon los
vecinos, peligro del que logró escabullirse. Aunque con demora, pusieron
de conocimiento a las autoridades comunales.
Recién al
día siguiente, los dirigentes comunales, también conocidos como los campos, en
otros lugares como los varayoj, intervinieron
al agresor identificado como Jorge B. H. (40), quien al ser sorprendido por las
autoridades se disculpó y juró que no volvería a actuar de “mala manera”. Pero
la decisión de someterlo a castigo ya estaba tomada, puesto que las denuncias
que se hacen a la Fiscalía “solo quedan en papeleos”. Le echaron 20 fuetazos en
la nalga, castigo que le hizo lanzar alaridos que se escuchó en los alrededores
del calabozo.
Sin embargo, cometieron un pequeño error, no
castigarlo en presencia de la víctima. Quién llegó tarde al despacho, luego de
atender a la familia y los animales. No creyó que realmente habían
castigado al agresor, por lo que exigió que le echen látigo en presencia suya, pedido
que volvieron a repetir, a ritmo de promesas de “nunca más te voy a pegar
mamita”. Posteriormente pusieron de
conocimiento a la subprefectura de Chavín de Pariarca y este a la Policía
Nacional, quienes acudieron para tomar el caso, pero la víctima habría decidido
no continuar con la denuncia porque se daba por satisfecha con el arreglo.
