La única notaria de Huamalíes, Ana
Huanca, se lanzó a la aventura de tentar una curul en el Congreso de la
República. En su círculo de confianza, habría dicho, con su tufillo de
desprecio altanero. Si Wily Bajonero lo
consiguió, ¡yo por qué no! La cruda realidad
al final de la batalla le abrirá los ojos. Siquiera conseguir un tercio de
la votación que obtuvo el acciónpopulista va a ser una hazaña. De ahí a ser parlamentaria
hay mucho trecho. No sería imposible hacerse congresista, solo que tendría que
renacer, mantener ese renacimiento hasta
que sus potenciales electores estén convencidos de que es otra persona.
Porque esa patada contra su mascota, viralizado en las redes sociales, es la
perra vida de Draco, el penoso trance que muchos pasamos al solicitar los
servicios por la notaría de la candidata.
Ana Huanca, lamido por su fiel mascota, que la hizo famosa por una patada - Imagen: Facebook |
Lee más: EL CONGRESISTA
SIN PESO
Por Yonel Rosales
Hay decenas de anécdotas sobre el trato de la notaria. Ana Huanca, nos ve, no como a personas, sino como a monedas o billetes andantes. Pese a tener el privilegio de ser la única que presta sus servicios en esta localidad, no le caracterizó la labor social. No aprovechó su condición para ganarse el cariño de la gente, que la seguirían identificados, si fuera otra. Considero que existen cuatro limitantes a las aspiraciones de la candidata: 1. El carisma, si algo le sobra son sus aires de desdén, totalmente carente de carisma. Elemental para los éxitos electorales de nuestros tiempos. Ni con vacaciones útiles intensivas, ni con mucha plata, oiga señora, ni con la plata, podrá conseguirlo. 2. Ser la número tres de un candidato de poca simpatía en la zona centro de acuerdo a las encuestadoras. Forzay no tiene jale, con suerte meterá un congresista, pero imposible a los tres.
3. Ser la candidata menos visible en una plancha competitiva, si
comparamos el caso de Wily, postuló junto a otros poco conocidos. En cambio
Daysi Soto y Pechito la llevan por lejos en Huánuco, súmale los otros pesos
pesados de sus rivales. 4. Las
condiciones de la elección del año pasado no son las mismas, esta vez las
locomotoras para el congreso serán los candidatos presidenciales.
No obstante, al decirle algunas de sus
verdades, no hay que dejar de desearle alas y buena suerte. Y si sigue pateando
más perritos, como lo hizo con Draco, quizás se haga más famosa, con los
internautas muy sensibles con el maltrato animal, cuando deben hacer más
escarnio por el trato de la doña con el público. Por lo pronto, Draco, señora
Ana, se merece doble ración, porque generalmente nuestros perritos siempre
tienen muuuuchaaa hambre. Si no fuera por él, ningún canal le hubiera dado
bola.