El domingo inicia la nueva
cuarentena que dictó el gobierno para tratar de frenar al Covid-19, que viene
embalado, en diez regiones, entre ellos, Huánuco y Pasco. Parece que esta
segunda ola será peor que la primera. Sin
embargo, pese a la gravedad de la situación, un buen sector de la población se
opone a encerrarse en sus casas, con la excusa de “si no trabajo no como”, lo
cual es cierto. ¿Pero qué más podemos hacer?, ¿Nos dejamos morir y el resto
al diablo? No logramos entender la gravedad del asunto, de ahí la cerrazón. Condición
aprovechada por políticos oportunistas, haberse si pescan votos a río
revuelto.
Dicotomía entre economía o la salud. Ambulantes en las calles de Huánuco y familiares de pacientes Covid-19 en el hospital de EsSalud en Amarilis - Foto: Yonel Rosales |
Lee más: LA PERRA VIDA DE
DRACO
Por Yonel Rosales
Las críticas contra el gobierno de
Sagasti están cargadas de fuertes insultos y descalificativos. No defiendo el
gobierno de los moraditos. Pero esto supone
que los atacantes, hasta el más caído del palto, sería un mejor gestor de la
pandemia. Si fuera tan simple, se lo darían el poder, toma, tú gobierna. A
ver si nos salva por arte de magia de esta crisis nueva, nada visto en
muchísimos años.
Los opositores a la cuarentena,
encontraron a sus voceros en la derecha bruta y achorada (DBA), quienes, como
ya lo advirtió Augusto Álvarez, buscan recuperar el terreno perdido. En esta
campaña electoral están desesperados. Lideran la oposición sin ninguna otra alternativa
para enfrentar el mal. A la DBA y a los
opositores, que ya organizan protestas en contra del encierro, preguntémosles: Entonces,
¿hay que dejarnos morir nomás?, Si la respuesta es sí, sería una tremenda contradicción
con su discurso de defensa de la vida, pues la derecha bruta se opone al
aborto, a la eutanasia, aunque estos sean por humanidad. ¿O quizás proponen una
salida genial que nos salvaría del colapso económico? ¡Díganlo por favor! La experiencia nos dice que hasta los
países más desarrollados del mundo se han encuarentenado nuevamente a causa del
virus.
Por último, la cuarentena es
consecuencia de nuestros actos. El
sistema de salud no da para más y siempre estuvo así, porque siempre votamos
por gobernantes que no le dan importancia, ¡ahí está pues! Hemos elegido
políticos que se atienden en costosas clínicas, en algunos casos, como pasa con
altos funcionarios del Estado, nosotros les pagamos sus seguros de salud en
clínicas, cuando todos deberíamos atendernos en el mismo sistema de salud, a
ver si así lo mejoramos. ¿Ya ven la importancia de votar?