Finalmente, si es que no hay ninguna
leguleyada de última hora, este jueves 6 el pleno del concejo decidirá la
vacancia o no del alcalde de la Municipalidad Provincial de Huamalíes, Ricardo Tello
Inocente, por presuntamente contratar a su prima hermana pese a la prohibición legal. Con la demora complaciente de su séquito,
después de dos meses del pedido de vacancia, se conocerá de qué lado están los
regidores, de Tello o de Llata - Huamalíes, de la honestidad o las cuchipandas.
Los concejales no habrán olvidado las veladas amenazas del servicio de inteligencia
que presuntamente tiene o tenía la autoridad con el cual “los tenía vigilados”.
¿Cuán inteligentes son el alcalde y los regidores para demorar con la medicina?
La inteligencia quedó huérfana para darle estabilidad a Llata y Huamalíes - Foto: Yonel Rosales |
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Por Yonel Rosales
Cuando una fuente de la
Municipalidad de Huamalíes me lo contó como argumento de la vacancia, no le
creí, ni le di importancia y por eso no publiqué una nota al respecto. El
alcalde, habría ocasionado la renuncia de un importante funcionario de su
gestión, cuando le profirió: mucho cuidado con lo que haces, estás vigilado,
tengo mi inteligencia, espetó según el informante. Motivó la renuncia del gerente
(no la de Arturo), ofendido, yo no soy
ningún delincuente para que el alcalde me venga con estas tonteras, se excusó y
se fue. Quedó ahí. Hace algunos días entrevisté a la regidora Gloria Ceferino, de forma espontánea, sin
que le preguntara por el tema olvidado, declaró que Ricardo Tello en la primera
sesión del concejo les dijo: “Tengan
mucho cuidado, tengo mi servicio de inteligencia, les tengo muy vigilados”. Recién caí
en la cuenta que el tema era serio, no era cualquier cuento.
¿Cómo es que un tipo que cuenta con su servicio de inteligencia comete
tremenda burrada? ¿Saben qué es un servicio de inteligencia?, es un organismo
dedicado exclusivamente a obtener información, trabaja secretamente y se podría
decir que siempre está un paso adelante, anticipándose a los riesgos y peligros
porque maneja información. En sencillo, con la inteligencia de Tello, ni
siquiera hubiese habido esta lerda discusión, ni pedido, ni contrato que
fundamente su destitución. ¿Entonces qué pasó con el servicio de inteligencia?
Los regidores que participaron en
la sesión donde el alcalde Tello Inocente, supuestamente dijo lo que cuenta la
regidora Ceferino. Deben tener en cuenta estas alternativas: A. El alcalde tiene su equipo de
inteligencia, mediante el cual estuvo confiado en ocultar las pruebas de la
irregular contratación para evitar su vacancia, eso también hacen los servicios
secretos, desparecer documentos. B. El servicio de inteligencia está
compuesto por papanatas, mejor no confíen nada en ellos, les irá mal. C. El
alcalde presume de lo que carece. No sabe lo que dice.
A fin de cuentas esta historia ya llega a su final. Sea cual fuera
la postura que adopten los miembros del concejo es el JNE quien define en
última instancia por las apelaciones que hagan las partes. Con la votación se marcará la cancha, quiénes a este lado y del otro,
por un tiempo habrá confrontación en los miembros del concejo, pero todo se
supera con buena negociación y paños fríos. Lo positivo, es que el pedido
de vacancia es al inicio, quien siga en el cargo tiene largo camino por
recorrer.
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Esta columna, insiste que el alcalde está como el pollo sin cabeza, del
cual todos quieren sacar la mejor presa. Lo lamentable es que los regidores, con la complicidad de la oposición,
se hayan prestado a la dilación, demorar tanto con la medicina para el cuerpo
enfermo es un grave error, la enfermedad es la inestabilidad en la Municipalidad
de Huamalíes, la cura es zanjar de una vez con la vacancia, sí o no. Decir
eso no es estar a favor o en contra de la vacancia, pues los documentos son
evidentes, sino que tomarse tanto tiempo es no pensar en la estabilidad de Llata
y Huamalíes. Los regidores que pudieron exigir celeridad, están como la carca
burocracia, a ritmo de tortuga, cuando en los tiempos de hoy, de modernización
de la gestión pública debemos ser céleres. Más penoso aún, la inteligencia que
se presumía quedó huérfana.