La mugre, el percudido parecen haberlo
manchado todo antes del uso. La resignada afirmación “todos roban” es reforzada
por las cabezas de los nuevos gobernadores regionales vecinos, que a cambio de
borrar las sombras de dudas en sus primeros pasos, apostaron por enrostrarnos lo
que son. ¡Piña por ustedes si me eligieron! La designación de sus principales funcionarios, tanto del gobernador deHuánuco Juan Alvarado como de Pasco Pedro Ubaldo, simboliza eso. Dos gerentes
regionales con más impurezas que diáfanas aguas que debieron refrescar el
hartazgo del reciente pasado. En todo caso, son peso y medida de sus jefes
inmediatos.
Deformes, |
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Por Yonel Rosales
“Si saben cómo me pongo paque me
invitan…”, esa canción de cinismo cachaciento, encaja perfectamente con los dos
gobernadores. Juan Alvarado, nombró como
a su máximo a Luis Briceño, denunciado por lavado de activos, peor aún, con una
sentencia por violencia familiar. Autoridad regional con cuestionamientos
por sus millonarios contratos con el Estado, además, con miramientos por ser un
Don Juan. ¿Ven cómo encajan? Para un roto hay un descocido, dicen. Pedro
Ubaldo, de dudosa moralidad, con sanción de la Contraloría de la República, que
al pueblo le importa un pepino cuando elige estos anticuchos. Como para reírse de sus antecedentes,
Ubaldo, en vez de aprovechar la ocasión del triunfo y, aunque sea, lavarse la
cara, designó como a su gerente general a Zósimo Cárdenas, que pareciera no
presentar un currículum sino un rico prontuario, con acusaciones e
investigaciones de variados delitos.
Lo referido son refritos
importantes en dos regiones vecinas, los mismos que se acentúan con los
primeros traspiés de las “nuevas” autoridades. Son muestras de cómo se gobierna
en dos pueblos disímiles y símiles. Son demostrativos del dime con quién andas
y te diré quién eres. No obstante, está la pregunta, ¿por qué las autoridades con
cuestionamientos no guardan mínimamente las apariencias?, ¿tan podridos somos, así de jodidos estamos que ya no quedan
profesionales sin enmendaduras, ni machas? Por muy funcionario de confianza
que sea, todas las potestades que pueda tener un gobernador que se cree
reyezuelo, de corto y olvidable periodo, debe hacer el esfuerzo de nombrar
funcionarios límpidos. Ya, no importa,
siquiera para empezar y diferenciarse del desgastado gobierno al que suceden.
Además de tener un perfil
profesional para el puesto, que a veces ni eso cumplen cuando le da la gana al
reyezuelo, por eso nombran jefes sin estudios en algunos casos, los
funcionarios de confianza, a esta hora, aunque sea por coyuntura, deben cumplir
el test moral. Pero no les importa, es
como decirle a Vizcarra y a la nación, tú y tu lucha contra la corrupción y la
impunidad me importan un bledo. El éxito en el sector público parece
reservado a prontuariados, amigos e hijos don nadie de algún jefe. Es la confirmación de lo envilecido que
están nuestros políticos, más todavía de dos gobernadores vecinos con experiencias
de gobierno, que pasan de curtidos a noqueros. Así de jodidos estamos.