La lamentable frase del
candidato a consejero, Fileno Dávila y la contemplación del alcalde Ciro
Trinidad, dan pie a esta columna. El machismo es una transmisión intergeneracional, está
naturalizado, tan normalizado que ni quien lo critica, es decir yo mismo, se da
cuenta de muchas prácticas cotidianas de machismo, pero es bueno señalarla y
criticarla para darnos cuenta, a ver si cambiamos. Que un aspirante a autoridad, y el otro en ejercicio, comparen a las
mujeres llatinas con una mercancía que se compra, se come y desecha, es
lamentable.
Pude hacer una composición muy dura, pero me aguanté - Foto: Facebook y YR |
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Por Yonel Rosales
Hemos salido de las cavernas y estamos en un larguísimo
proceso de evolución. De bestias pasamos a ser más dóciles, aunque a veces dudo
si acaso estamos involucionando. En este transcurso, las mujeres que son tan
iguales a los varones, salvo por las diferencias fisiológicas, tuvieron que
derramar sangre para conquistar ¿sus derechos?, porque solo era de los varones.
Hoy sabemos qué absurdas fueron nuestros
medidas. Las mujeres eran inferiores, faltos de razonamiento y tantas tonterías
machistas que las estigmatizaban como menor valor frente a un hombre. Desde
no permitirles recibir educación, prohibirles el voto, reducirlas a los haceres
domésticos, consideradas por la iglesia como el pecado encarnado, cuando son
lo más sublime y un largo etc. hemos llegado casi a la igualdad de género,
que todavía falta mucho, pese a todo eso, todavía hay personas que comparan a
la mujer con la mercancía.
La desafortunada frase: “Cinco
panes por medio y una llatina de yapa”, lo escupitó Fileno Dávila, aspirante a
consejero regional de Alianza por el Progreso le vamos hacer un pequeño
cherry, en plena entrevista con los colegas periodistas en la presentación
de las danzas declaradas patrimonio cultural de la nación, en Huánuco, realizado
el último fin de semana. No digo que él sea el autor, sino hasta indagar algo
al respecto de esta frase, me di por enterado que es una frase conocida en mi
provincia, para halagar lo barato que es
vivir en Llata, donde compras pan a bajo precio y de yapa te llevas una
llatina.
¿Cómo interpretar esta infeliz
frase? Como que las mujeres de Llata ¿son baratas?, ¿valen poco o VALEN NADA?, ¿se
puede comprar una mujer como quien compra el pan?, ¿las llatinas son fáciles? aunque sé que son bien difíciles ¿que lo comprado con mi plata, y con
mi llatina de yapa, puedo hacer lo que quiero? ¿En estos tiempos en que se
elevaron las cifras de feminicidio, el maltrato a las mujeres, las múltiples
torturas, que incluyen quemarlas viva, se puede continuar con esas “bromas
machistas”? Un político que aspira a ser
autoridad, tiene que ser capaz de razonar sobre estos temas.
Tras la desafortunada frase soltada por Fileno Dávila, los periodistas,
que ahora saben que en Llata obtienes “cinco panes por medio y una llatina de
yapa”, le preguntaron al alcalde Ciro Trinidad, si esto es así. Aunque la
autoridad provincial de comportamiento matonesco, no respondió afirmativamente y optó por la contemplación, pudo ser su
oportunidad para deslindar, reconocer el mensaje machista y reprobarlo. Las
cosas cambiaron señores.
Sin embargo, el colega Rubén
Valdez, de Studio 5, cuestionó la infeliz frase, coincidimos. A estas alturas,
cuando se hacen enésimas campañas de sensibilización contra la violencia hacia
las mujeres, no puedes andar gritándolo a cuatro vientos, peor aún ante las
cámaras y micrófonos, el machismo asesino (la semana pasada un sujeto mató
a su esposa a golpes en Llata, que quizás él lo consideraba su yapa), el
pensamiento cavernícola. Para cerrar, nadie está libre del machismo, ni este
columnista, difícil de cambiar, pero de los políticos se espera razonabilidad. Aunque
eso también es dudoso.