Ahorita, podemos decir que la
huelga de docentes convocada por Pedro Castillo, tiene un atisbo de fracaso en
comparación del año pasado. ¿O le tomará unas semanas más para su contundencia?
Lo cierto es que la plataforma de lucha
no es clara, ni aglutinante como el aumento de sueldos; súmale, que el CEN del
Sutep no se plegó a la huelga. Lo más elemental Watson, el poco
respaldo de la ciudadanía, porque están a favor de la evaluación.
La huelga no tiene la contundencia del año pasado y estos son sus flancos - Foto: Yonel Rosales |
Más en un clic: COMENZARÁ LA VERDADERA MERMELADA
Por Yonel Rosales
En la cancha se conoce al jugador.
Ahora vamos conociendo la capacidad de convocatoria del dirigente Pedro Castillo,
la del 2017 no cuenta para mí, solo está su protagonismo, que lo hizo mal. Es
como llegar cuando la carpa ya está armada. La movilización del magisterio del
año pasado había tomado fuerte impulso en el sur, desde Cuzco. Iba descabezada
hasta que con demoras los aglutinó Castillo. Esta facción adelantó la protesta, estratégicamente, cuando el CEN del Sutep ya tenía
prevista la huelga nacional, se fortalecieron con el llamado a la lucha de la
dirigencia organizada.
El sindicato reconocido, llegó a importantes
acuerdos con el Ministerio de Educación, lo más saltante, el aumento de sueldos
a dos mil soles. Sin embargo, la protesta encabezada por Castillo, continuaba, vergonzosamente jugando a pared con el
fujimorismo y el aprismo. Ahí se me cayó, actuar tras bambalinas con los principales
represores, autores, mentores de todo a lo que se oponen. El objetivo de los
disidentes, era tumbarse la evaluación a
docentes de la Ley de Reforma Magisterial, exactamente a la “evaluación del
desempeño docente”, de los cuatro tipos de evaluaciones que establece el Art.
13. La huelga con amplio respaldo en el país, empezó a perder apoyo. Castillo y su séquito, no lograron tumbarse
la norma, ni suprimir la evaluación, más solo consiguió adelantar el aumento de
sueldos que el CEN ya había firmado. ¿Se puede acusar a Castillo de traidor
por no lograr el principal objetivo?
“La protesta de Pedro Castillo, podría
concluir solo con una promesa de diálogo, sin resultados. ¿Le pagarán con la
misma moneda de traidor, de haber vendido la huelga?”
Ya hace algunos años que sigo las
sucesivas huelgas. He entrevistado a los disidentes así como a los del CEN.
Creo que ambos bandos, aparte de echarse barro con ventilador, le buscan peros
a la evaluación en defensa de sus agremiados. Recuerdo que cuando aún no había
la evaluación por desempeño, rechazaban la clásica evaluación de preguntas y
respuestas, porque esta no puede medir todas las capacidades. Exigían ser evaluados en aula, ahora que se
implementa, se oponen porque hay serios problemas (desnutrición en escolares, infraestructura,
etc.) lo cual es cierto, no obstante, no plantean o NO VISIBILIZAN una propuesta
alternativa para continuar la evaluación, sino, objetan a quién les evalúa,
habría que traer a los de la NASA, aún así, surgirán otros peros. La verdad, es
que necesitamos evaluar, porque hay
docentes y docentes, los he conocido de cerca trabajando con ellos, y en zona
rural. Mayormente, los de rural son los primeros en la protesta.
Atacar por el lado de tumbarse la
evaluación solo generará mayor rechazo en los padres de familia y la ciudadanía;
con ene problemas, con algo hay que avanzar, evaluar. Instigar por la
privatización, tampoco resultará, si no hay algo concreto; pues las APPs no son tal, sino una fórmula de hacer
dinero para los privados a costa del Estado. La educación ya está
privatizada, porque el Estado nos debe garantizar educación de calidad, no hay.
Propició crear colegios privados aunque
sea en la cocina del dueño, esta privatización tiene como principales
promotores a los propios docentes que dictan como sea en el colegio estatal y dan
“servicio especial” en el privado. Tampoco tendrá respaldo por el lado de
aumento de sueldos, porque la gente cree que ya les aumentaron y es suficiente,
más no toma en cuenta que les incrementaron horas de trabajo. Por esos flancos,
no se va ganar la solidaridad del pueblo, como sí ocurrió en el 2017.
Las acciones represivas del
gobierno contra las huelgas, de todo tipo, tampoco me son ajenas, sean de Castillo,
Conare o del CEN, siempre fueron “terroristas”, torpemente vuelven a ponerle
ese cartel a la actual huelga. Juega a la división, al desgaste. El año pasado la
huelga fue exitosa porque coincidieron los disidentes y el CEN, ahora,
divididos no son el centro de atención. Quizás evolucione favorablemente en
estos días cruciales, empero, el
personalismo de Castillo no es suficiente, algunas bases divididas le responden
y otros, todavía, esperan al CEN. Con
una dirigencia desorganizada y profesores recuperándose de la huelga pasada,
hace suponer que la lucha no será exitosa. El desgaste pasa factura. La protesta de Pedro Castillo, podría concluir
solo con una promesa de diálogo, sin resultados. ¿Le pagarán con la misma
moneda de traidor, de haber vendido la huelga? Caerán en los insultos,
sacándose los ojos entre ellos. Sus huelgas caen por el desgaste, sus propias
bases empiezan a desperdigarse sin que su dirigencia haya dado la última
palabra, dejándolos sin piso. Castillo,
el año pasado, suspendió la huelga no por sus logros, sino, como todos recordarán,
porque las regiones y bases empezaron abandonar la lucha. ¿Quiénes son los
traidores asimismo? Triunfa la división, fracasa la huelga. Al final, quizás sea un pasajero Huaynalaya.