El alcalde terminó generando tormenta y marea en un vaso de agua, por
suerte no se ahogó en ello. Su postura
confrontacional, lo llevó a recibir la respuesta, que al parecer buscaba, para
crear un escenario favorable con otros fines. Creo nadie pretendió
destituirlo del cargo, sin embargo, eso hace creer con su discurso, que concluyó en violencia, con sus pares
violentos. Lo dije, el paro era poco productivo.
De la que se salvó, pero el susto que se llevó el alcalde - Composición: YR |
Por Yonel Rosales
En primer término expreso mi solidaridad con todas las
víctimas de las agresiones menos con uno físicas a manos de un grupo de violentos,
con el subprefecto Luis Barrantes Díaz, una persona pacífica y muy servicial.
También con el amigo Yimi Mallqui, a quien lo llamé, pero al parecer cambió de
número, con los otros trabajadores de la Municipalidad Provincial de Huamalíes,
aunque ustedes se habrán alegrado el día
que su jefe inmediato, el alcalde Ciro Trinidad Rojas, me agredió por el solo hecho de preguntar. Mi
solidaridad con el sereno anónimo, y menos importante para la autoridad
provincial, herido de "gravedad", sin embargo en su comunicado de
Facebook, no consigna el nombre. Que
este escenario de violencia, sirva de reflexión, inaceptable en un país democrático, pero,
¡qué se esperaba!, si el boquita de caramelo propio alcalde propicia la
violencia.
Hay dichos y dichos, “quien a hierro mata, a hierro muere”,
“le dieron de su propia medicina”; sin embargo, rechazamos estos actos, que afecta la imagen de los huamalianos,
haciéndonos ver como incivilizados aunque el alcalde lo sea, donde
los ciudadanos, hermanos de una misma
tierra, son incapaces de sentarse a dialogar alturadamente. Mucho antes del
mal llamado paro de 48 horas, porque fue un fracaso, advertía el clima de
intolerancia, en el que lamentablemente, la
entrecomillada “autoridad” Ciro Trinidad, era uno de los abanderados del otro
lado.
“El diálogo a tiempo evitará protestas poco productivas”,
señalé en mi columna anterior, y vaya que la manifestación fue perjudicial para
los intereses del Estado. Subrayé tres conclusiones importantes, que un paro no
iba solucionar los problemas, en cambio el diálogo evitaría la crispación, y el alcalde Trinidad Rojas, se esforzaba en polarizar a los llatinos centralistas y a los distritos olvidados, enfrentar a
los hermanos, cuando lo único que buscan ambos, es el desarrollo de sus
pueblos. Este discurso, hasta xenófobo, es atizado por sus partidarios, incluye
a funcionarios de confianza. Las redes sociales son el mercado de insultos y ofensas con un leguaje
altamente violento; entre ellos, el secretario general, Rusvel Salazar, ¿puede un funcionario rebajarse a esas
miasmas o pertenece a ese mundo y se equivocaron al darle el cargo? Claro,
los seguidores, también serán el reflejo de su líder, un tipo violento y de
lenguaje florido.
¿Cuál es el propósito
de enfrentar, dividir a los hermanos?, sospecho que la mira son los próximos
comicios, lo diré
con amplitud en otra columna. Si no, no se entiende la actitud de Ciro
Trinidad, movilizar pobladores de los otros distritos para enfrentarlos a los pocos
de Llata. Razón tiene Néstor Fonseca, cuando dice: ¿qué tienen que ver los hermanos de Jacas Grande con la protesta por la
electrificación de El Porvenir? A esa interrogante habría que acotar, ¿alguien
dijo, hay que botarlo a Ciro de la alcaldía?, creo nadie, el tiempo de la revocatoria
ya pasó; en ese escenario, sí, habría sido oportuno demostrar el apoyo de la
mayoría de los huamalianos. Otro tema aparte, ¿quién pagó los polos, la comida,
el transporte de la gente?, ¿de dónde sale la plata?
Analizando los hechos, se evidencia, que el alcalde se ha
empeñado en enfrentar a los hermanos. Por poco y ambos bandos armaban una
batalla campal ¿Cuál es la finalidad de dividir a los huamalianos? Por otra
parte, debe ser difícil ser el alcalde de una provincia de muchas carencias,
donde sobran las expectativas y se acrecientan con promesas irresponsables. Es
que nuestro sistema político, pone en un dilema a la autoridad provincial y
distrital, que es uno solo. ¿A quién
priorizar, si se es alcalde de Huamalíes y también de Llata, cuando los
recursos son insuficientes? Solo queda el consenso, no obstante, para el
alcalde, de acuerdo a su comunicado en las redes, una protesta se deslegitima porque no tiene aceptación, totalmente
equivocado señor, manam, no es así, un reclamo se deslegitima cuando esta es infundada,
y la electrificación que piden los centros poblados es un pedido real, que de
eso se aprovechen algunos noc santos, es otra cosa. Recuerde, anótalo, usted es el alcalde de las mayorías y, también, de
las minorías, aún les duela a los perdedores, y tiene que atenderlos por igual.
Para finalizar, creo que lo sucedido del miércoles, es parte
de la despedida, lo he visto muchas veces, es parte del aterrizaje, forzoso
para los que están en sus maravillosas nubes de aduladores. Es que la gente, ve que ya se acaba el
gobierno y sus promesas siguen inconclusas, entonces se vuelve reclamón,
¡cuándo cumples, esto y lo otro!
Última actualización: 28/11/17 - 1:00 p.m.
Última actualización: 28/11/17 - 1:00 p.m.