No los quieren volver a ver a dos menores de 14 y 16 años atrapados por
presuntamente robar motocicletas y aproximadamente 600 kilos de café en el
distrito Monzón.
La población de Chipaco que los linchó, jura que
si vuelven a su jurisdicción esta vez la Policía no les salvará del castigo de los vecinos.
Vecinos de Chipaco distrito Monzón advierten a los menores infractores que no quieren volverlos a ver en su pueblo, luego que se salvaran de ser quemados - Foto: Yonel Rosales
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Por Yonel Rosales
Sorprendió que dos menores de edad atrapados por los
vecinos de Chipaco distrito Monzón provincia de Huamalíes, ya estén implicados en varios robos, antecedentes que les obliga a vivir huidizos, sus
captores juran que la próxima vez no habrá Policía que los salve como ocurrió
el 22 julio, luego que fueran linchados por hurtar aproximadamente 600 kilos de
café y motocicletas. Aunque el menor de iniciales F. P. V. (16) procedente
de San Francisco de Catas distrito Arancay logró huir con dirección a la inhóspita
zona de San Antonio, la peor parte lo llevó su cómplice E. R. F. (17) con
orígenes de Chequías Jircán, con quién la población enfurecida descargó su
ira.
De acuerdo al testimonio de las
víctimas, cuando la abuela Norma Brandan Bacilio (68) retornó por la tarde a
su domicilio a la entrada de Chipaco, descubrió que no estaban sus sacos de café
y la puerta forzada. Inmediatamente comunicó a su hijo y estos a su vez
indagaron hasta dar con los sospechosos. Los vecinos dieron con los dos menores
y los llevaron a la zona descampada de 8 de agosto, al fondo de Maravillas.
Donde el cabecilla E. R. F. no declaraba nada pese a los golpes y las amenazas.
Pero F. P. V. reconoció que sustrajeron el café valorizado en cerca de diez mil
soles.
Los presuntos delincuentes estudiaron aproximadamente por 20 días a su víctima, hasta conocer a detalle su rutina y sustraer los 600 kilos de café - Foto: Yonel Rosales
La fuga del menor de Catas
El delator, también contó que no era
el único atraco que cometieron, pues en la zona se produjeron reiterados hurtos
de motocicletas, repuestos, gasolina, fumigadoras, café y coca. Previamente para
cometer sus fechorías, dijo el menor, se drogaban. Esa habría sido la razón por
el cual el otro sujeto no respondía nada, incluso cuando le golpeaban ni se
quejaba. A eso de la 1:00 a.m. los dos sospechosos fueron conducidos y
presentados en Chipaco como los ladrones de múltiples casos, tras comunicar por
el altoparlante, la gente se reunió para finalmente recuperar los sacos de
café.
Según narró el menor de Arancay, tal
como actúan los delincuentes de Lima, estudiaron las rutinas de su víctima Norma
y de los vecinos por aproximadamente 20 días para dar el golpe. Los mismos
presuntos delincuentes cargaron desde el escondite hasta la vivienda de la
abuelita el café sustraído. En ese trance el sospechoso F. P. V. aprovechó la
soga floja para huir al bosque, abandonando a su suerte al compinche. Este
recibió los correazos que su padre no le dio de la población, su espalda
desnuda quedó lacerada por los múltiples golpes. Recién a eso de las 5:00 a.m.
la Policía llegó para rescatarlo y llevárselo detenido.
Cuando aranquinos atraparon a dos delincuentes de Chipaco robando motos, la población en una asamblea pública los obligaron a irse de su pueblo - Foto: Yonel Rosales
A raíz de esta golpiza, lograron
recuperar dos motocicletas y descubrieron que ellos fueron los autores de la
sustracción de un vehículo a un programa nacional de alimentos. Por estos
antecedentes, tal como hicieron con otros dos delincuentes que fueron
atrapados en Arancay el año pasado, que huyeron de Chipaco ante las amenazas de
la población, pues habrían sido los soplones de la Policía para quitarles sus
cargas a agricultores de la hoja de coca, ahora estos dos menores quedaron
advertidos de no aparecer en esta zona.