Mediante esta breve nota pretendo explicar o aclarar los ardorosos
reclamos de los trabajadores de la
Municipalidad de Puños, fanáticos, hinchas, nodrizas, compadres, etc del
alcalde Arturo Urbe. Que en mancha salieron a defender y justificar los
hechos en torno al ¿accidente? con la oruga de Puños, que todavía no he tratado, pues solo hablé de la documentación que no se me entrega.
Pensaba ponerles las cabecitas de los comentaristas a la cabeza de Pinocho, pero dije: me va tomar más tiempo. Mi nota anterior enervó a los allegados del alcalde - Composición: Yonel Rosales |
Más en un clic: CIENTOS DE PERJUDICADOS POR DESASTROSA CARRETERA Y EL
ALCALDE HERNÁN ROMERO NI SE INMUTA
Por
Yonel Rosales
Primero. Los reclamos de los trabajadores de la comuna distrital y
ahora defensores del alcalde de Puños Arturo Urbe, coinciden en que solo publico lo malo y nada de lo bueno, por ejemplo,
de la gran obra y millonaria inversión en la ampliación de la Institución
Educativa Maglorio Rafael Padilla. Aclararles, yo soy periodista, no el
relacionista público de su jefito. Para ese rol de difusión o autobombo cada
institución tiene su área de comunicaciones, como de hecho bien lo tiene la
autoridad distrital. Ahora, de que no logren su propósito, no es asunto mío,
pídanle cuentas a quien pagan por ese servicio.
Un periodista, por lo general no está para franelear al alcalde o a la
autoridad de turno. Los periodistas
estamos para poner el dedo en la llaga, ahí donde emana pus, parafraseando a
Gonzales Prada. Publicamos lo que el alcalde o quien tenga el poder no quiere
que se publique, lo que tratan de ocultar o que pase piola, como pretende Urbe con la oruga. A esas noticias que quieren que no se sepa, le
acotamos nuestras críticas u opinión, esas sí, pueden estar erradas, pero
siempre van de la mano con la verdad. Decimos
lo que el modesto ciudadano, el humilde campesino no se atrevería cuestionar a
la autoridad, por eso, muchas veces nos han dicho que somos la voz ampliada del pueblo.
De ahí que los periodistas casi siempre damos malas noticias, pero malas noticias poniendo el ojo donde la
autoridad ya no ve enceguecido por su cargo, creyendo que todo lo hace bien, es el intocable e impoluto. Sin embargo, debo reconocer,
que enésimas veces también he publicado noticias de “cosas buenas”. Entre ellas una nota sobre la futura obra del
colegio Maglorio Rafael Padilla Caqui, acá pueden leerla: NUEVE MILLONES DE SOLES COSTARÍA NUEVA INFRAESTRUCTURA PARA COLEGIO, eso era cuando el alcalde me
consideraba “un gran periodista” ja ja ja, es decir cuando todavía no publicaba
sobre sus anticuchos se viene otro que dará que hablar. En resumen, bajo mi derecho de libertad de
expresión publico lo que me da la gana interesa. Una precisión, no
sean tan sobones pues, esa obra data, hasta donde conozco, desde el gobierno
del exalcalde Nilson Pablo, él también
estaba a punto de conseguir el financiamiento y le ganó el término de su
mandato. Algo de decoro para reconocer el trabajo de los demás. Los
proyectos no salen de la noche a la mañana como les hicieron creer.
Segundo. Cuando salen en defensa de su alcalde, su jefito Arturo
Urbe, se veo feo. No sé si notaron que los mismos lectores de la página ya les
criticaron. Es como el amor al chancho
por los chicharrones. ¿Entienden? No son unos defensores desinteresados, no son
personas tras un ideal, alguien como yo más o menos, que se anda
ganando líos, enemigos y perdiendo amigos interesados sin ganar plata, por
el hecho de publicar sus cochinaditas. Ese soy yo, pero ustedes los
trabajadores y regidores cómplices, salen en defensa del jefe porque gracias a
él ganan un sueldo, lo que no está mal. Es como si el cancerbero hubiera ordenado
a sus galgos el ataque, ¿ven? Así se ve, quizás así les ordenaron.
Solo algunos de los comentarios en que nos tildan de resentidos, desinformados, distorsionadores por solicitar unos documentos |
Tercero. No sé cómo decírselos, sin que se sientan ofendidos. Si pudiera,
quizás se los explicaría con manzanitas y dibujitos. Como diría Barraza,
como pa bruto. En ninguna parte de
la nota: VERGONZOSAS PACHOTADAS DEL ALCALDE URBE EN TORNO A LA ORUGA he sacado conclusiones
sobre el accidente, pero sí pretendo llegar al fondo del asunto. Así que no
me acusen que tergiversé, desinformé, etc. La
nota es un reclamo y puesta al descubierto el doble discurso del alcalde Arturo
Urbe, que resultó ser un tremendo Pinocho. Para el cual hice la captura de
pantalla de sus comentarios diciendo que tenía toda la voluntad de entregarme
los documentos porque su bendita gestión es transparente, diáfana, límpida y
todo el floro que pueda enlistar. Cuando en realidad nos salen con cojudeces para
demorar la entrega de los papeles solicitados.
Cuarto. No es que se trata de un accidente, hacemos reparar la
oruga y asunto solucionado. No, no. No sé cuántos de los defensores estarían
contentos con que le devuelvan su carro siniestrado reparado. Ya no será lo
mismo. Es como si al ladrón por el hecho
que devolvió lo robado se le exime la condena, no es así, de todos modos la ley
establece sanciones. En este caso de
la oruga ¿dónde estuvo la negligencia, quiénes son los responsables?, ¿vamos en
Antamina para que nos regalen otro equipo? ¿Ven?, para eso insistimos solicitar
los documentos, amparados en un derecho que nos reconoce la constitución,
mediante plazos, que el alcalde Urbe y su secretaria Santa lo toman
burlescamente, creen que pueden sorprenderme, burlarse como con cualquier campesino que
ignora sus derechos. Casi en el mismo
tono que nos toma el pelo les respondí.
Espero haber contestado, explicado a los asalariados indignados que me reclamaron
a través del Facebook, al parecer sin leer la nota, o en todo caso no
comprendieron ni lo que leyeron, porque de otro modo no se explica sus comentarios.
Simplemente ejerzo mis derechos, lo que la ley me ampara, allá otros a quienes
les engañan, al menos yo no me voy callar.
En pueblos menos arcaicos que el nuestro las críticas son el pan de cada
día y como a piñata. Ahora respecto al título, Alborotando el gallinero,
tampoco lo tomen literal, no creo que merezca otra explicación.