Última actualización: 06/12/18 7:40am
Pasada las 16:00 horas del D9, cuando ya tengas un bosquejo de los resultados de tu derrota, un sentimiento de confusión in crescendo te agriará la tarde. Cuando el enigma de la victoria ajena se haya confirmado, ¡golpearás la mesa!, ¡patalearás!, ¡explotarás!; en tu fuero interno llorarás, y más tarde, con la compañera soledad intentarás ser niño, y llorarás a ocultas. ¿Qué hiciste Luchito? ¡Qué hiciste Lucho!, repetirás en distintas tonadas, nadie contestará, porque en ti está la respuesta.
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Por Yonel Rosales
El cinismo señor. El cinismo es lo
mejor, si buscamos el lado positivo de los políticos de hoy. No sé si siempre
fue así, pero de esta época en que me toca vivir, tamaño cinismo de los
fujimoristas, apristas, nacionalistas, peruposibilistas y todos los istas que
haya, a nivel nacional, regional o local, me sorprende. Es como si los cínicos de la política nos vieran la cara de imbéciles,
y pretenden disfrazar lo evidente y lógico con otra imbecilidad hecha para
engañar a imbéciles. Lo último del plano nacional es del fujimorismo, un
muerto aportó ya no 800 mil sino do millones de dólares a la campaña de Keiko. En el ámbito regional es
la reclamada santidad del procesado Luis, inculpado en una tira de delitos, del
cual se declara libre de culpas; como su excelencia Juan. Pero esta columna es
para trazar una posible derrota del primero.
Las cifras les son adversas a Picón
como para que pueda ganar, ya se habrán dado cuenta. En vez de avanzar en sus
cuatro años de ausencia del poder, retrocedió. Si podríamos llamarlo así, su voto duro disminuyó en
comparación al 2014. ONPE contabilizó 61,138 adherencias que se traducen a 18.44%
de los votos válidos, mientras que en las ERM del 2018 el expresidente regional
consiguió 60,390 igual a 17.59% en porcentajes, 748 electores menos pese al
crecimiento poblacional. Sin muchos alcaldes distritales electos en el
presente, con uno solo a nivel provincial, el de Yarowilca, y resultados de
periodos distintos, nos indica que el voto duro de Picón, se mantiene alrededor
de los 60 mil. Su cuento de “vuelven las obras no caló”. En su última derrota
con Rubén Alva, apenas pudo doblar el número de sus electores, redondeémoslo,
al 32%.
Si bien toda elección es otro
escenario, los matices nos pueden señalar a qué dirección apuntan. Si no fuera
Juan Alvarado quien enfrentara a Picón, su derrota estaría cantada, pues
estamos entre el cáncer y el SIDA. Sin embargo, aunque se trate de Alvarado,
hay una tendencia que la mayoría votará por el supuesto mal menor. Quien tiene mayor rechazo, considerado como
el peor o el mal mayor es Picón, entonces, el voto será contra él, a favor de
la pala solo para evitar que gane la pelota. Pocos, como las cifras lo confirman,
excepto sus votantes fieles, siente nostalgia por su retorno. Con mucho esmero
logrará, otra vez como en el 2014, doblar y un poco más, lo conseguido en
primera vuelta este 9D. ¿Será suficiente para que triunfe? Existe todavía la
posibilidad que el voto nulo y blanco se erija sobre Picón y Alvarado, sería lo
ideal.
Entonces un frustrado Luis Picón, ansioso
de poder – motor y motivo para postular a la reelección a pesar de - como el
niño a quien se le quita el juguete, rabiará, pataleará, golpeará la mesa. Y quizás, de repente, al perder los
papeles, por algún resquicio de decencia, hará un mea culpa de los presuntos perjuicios a
Huánuco, y los delitos cometidos que la justicia la Fiscalía le imputa “más tarde que temprano” lo llevarán a la
cárcel si es que el sistema judicial realmente existe. Caso contrario, de
alzarse con la victoria, Lucho, como lo hará Juan, se encaramará sobre él
mismo, no sobre sus seguidores, sobre él; se reirá de todos quienes defendemos
la honestidad, la moral. Gozará, y al
confirmarse su triunfo con cifras oficiales, aunque remota, soltará una
risotada solo propia del payaso Pennywise de It, del genial y malvadamente terrorífico
King. De vuelta a las andadas.
Que Luis Picón no gane con la exclusión de Juan Alvarado y su vicegobernador Erasmo Fernández, sería el colmo. Todo es imprevisible, la exclusión del candidato de Acción Popular es un duro golpe que puede favorecer a Picón, así como victimizar al otro, la victimización será como poner en evidencia el poder de un poderoso candidato que busca ganar a como dé lugar. No tendría mayores efectos en las provincias, las rurales sobre todo, donde la influencia de los medios de comunicación es escasa.
Última actualización: 06/12/18 7:40am
Que Luis Picón no gane con la exclusión de Juan Alvarado y su vicegobernador Erasmo Fernández, sería el colmo. Todo es imprevisible, la exclusión del candidato de Acción Popular es un duro golpe que puede favorecer a Picón, así como victimizar al otro, la victimización será como poner en evidencia el poder de un poderoso candidato que busca ganar a como dé lugar. No tendría mayores efectos en las provincias, las rurales sobre todo, donde la influencia de los medios de comunicación es escasa.
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