Mientras el niño lloraba desesperadamente, sin que nadie pueda
auxiliarlos a él y a su madre, un
depravado vecino violó a golpes a una mamá de 22 años, luego el esposo
salió a la faena comunal del lunes último. Luego
de caminar tres horas para denunciar
el abuso, el juez les negó justicia.
Víctima caminó tres horas en busca de justicia y juez se cruza de las manos - Foto: YR |
Por
Yonel Rosales
Aproximadamente a las 11:00 a.m.
del lunes último, en el caserío de San
Juan de Viscas, del distrito de Singa, provincia de Huamalíes, una joven madre
de 22 años, habría sido víctima de violación sexual cuando se encontraba en su
vivienda. El agresor, su vecino, quien ya le había hecho sospechosas
visitas, pero esperó que su esposo saliera a trabajar, para sorprenderla cuando
preparaba los alimentos.
De acuerdo al testimonio que dio la
madre de dos niños, al subprefecto de esta jurisdicción, Elmer Mejía Medrano, luego
que el padre de familia Yoel M. B. (28), salió a la faena comunal, y tras dejar
a su niña de seis años en el jardín, el sujeto identificado como Sandro Medina Marzano, sorprendió a la
dama, mientras atendía su niño de apenas dos años y preparaba los alimentos.
Ya anteriormente, el vecino, según
el testimonio de la víctima, le hizo insinuaciones. Recordó que el pasado mes
de agosto, mientras el padre de sus
hijos trabajaba en el río Marañón, en algunas oportunidades llegó a su vivienda,
aduciendo que Yoel le encargó llevar sus trusas. Entonces se detenía a
preguntarle ¿cómo vivía con su esposo?, ¿si éste le pegaba?, llegó a proponerle
escapar a vivir juntos, que le daría mejor vida, etc. Como sus insinuaciones no funcionaron, pacientemente, esperó la
situación más vulnerable de la mujer.
Tras hablarle a maneras, y no
recibir aceptación, el depravado la forzó, la golpeó, produciéndose una fuerte
lucha entre la víctima y el victimario, entretanto, el niño que aún lacta, lloraba desesperadamente, como si a él lo
estuvieran dando despiadados correazos. Sandro redujo a la madre de 22
años, y abusó de ella. Satisfecho, como Pedro saliendo de su casa, el vecino se
fue. A las doce, ya para el almuerzo, llegó el esposo y encontró llorando a su
pareja, golpeada, ultrajada. Caminaron
aproximadamente tres horas en busca de justicia, e insensible, el juez de paz
de Singa, se negó atenderles pese a la insistencia del subprefecto. Conocido del hecho, el subprefecto de
Huamalíes, Luis Barrantes Díaz, anunció que ya hace las coordinaciones con la
Fiscalía para intervenir al violador, y presentará una queja contra el mal
juez. También se espera la pronta intervención del Centro de Emergencia de
Mujer, que todavía no se pronunció sobre estos hechos.