Después de un año de desaparición, un grupo de autoridades encontraron
las prendas sepultadas de la estudiante, aparentemente, con manchas de sangre. Un padre celoso, acusado de violar a su
propia hija desde los trece años, sabría dónde fue a parar el cuerpo de la alumna
de quinto grado. Mientras tanto, cuestionan la decisión de la Fiscalía de
archivar el caso sin haber dado con la presunta víctima.
Intervención de la Fiscalía y Policía Nacional - Foto: Cortesía |
Por Yonel Rosales
Fuentes confiables nos informaron que la estudiante de iniciales R. C. O. (16) fue víctima de violación
sexual desde los trece años, delito por el cual denunciaron a su papá Jesús
C. E. (37), luego que la presunta víctima desapareció misteriosamente en el año
2016, sin embargo, las autoridades del Ministerio Público decidieron archivar
el caso, según reclamó el subprefecto del distrito de Tantamayo, Lucio Romero
Carrasco, quien, el miércoles último,
juntamente con la Policía Nacional y el juez de Paz del Centro Poblado de
Coyllarbamba, descubrieron sepultado entre los ichus las prendas de la
desaparecida.
Población tantamaína está conmocionada por esta denuncia - Foto: Yonel Rosales |
En el mes agosto del 2016 desapareció la estudiante de quinto
grado de secundaria de la Institución Educativa de Tantamayo. La mayoría supusieron que se había escapado
con su enamorado, pero familiares del entorno, incluido su propia madre Gloria
O. P., sospechan que otro fue el destino de la adolescente. Como la víctima
no dio señales de vida, recién en abril de este año, cuando tenían el riesgo de
ser retirados como beneficiarios del programa Juntos, la mamá sostuvo que su
hija se había ido, y ante las preguntas del subprefecto, denunció a su esposo por violación sexual de su hija y las amenazas de
muerte que padecía ella misma. De acuerdo a Romero, sus colegas tendrían un audio en el que la víctima contó el drama que vivía
a manos de su papá.
El hallazgo
Ante la execrable denuncia, la autoridad dio parte al
Ministerio Público, quien intervino a Jesús, hallándole una retrocarga, pero
sin dar con el paradero de la estudiante. Por la falta de evidencias, decidió
archivar el caso, nos dice Lucio Romero. La
iletrada mamá, Gloria, otra vez acudió a denunciar a su agresor, no obstante,
en su manifestación ante la Fiscalía terminó retractándose y dejando limpio al
sospechoso; “esto a mí me molestó, le reclamé a la señora, cómo va terminar
defendiendo a su esposo, será porque es muy humilde”, sostiene Romero Carrasco.
Nótese la insignia de la I.E. de la víctima y sus pertenencias que supuestamente se llevó al huir - Foto: Cortesía |
El caso sin solución, dio un giro rotundo, cuando la semana
pasada, ante la intranquilidad de la madre preocupada por su hija, las
autoridades encontraron las prendas y pertenencias de la estudiante en la zona
conocida como Pishguragra, anexo de Shucsha del Centro Poblado de Coyllarbamba.
Sepultado entre los ichus, descubrieron
un costal con la ropa de la estudiante, el uniforme, insignia y otras
pertenencias manchadas, aparentemente, con sangre hacen sospechar que un papá
celoso, acusado de violar a su propia hija, sabe dónde fue a parar la
estudiante de quinto. Pues se suponía que la adolescente había huido con
sus pertenencias. Ante esta situación, la autoridad solicita que los
responsables de la investigación lleguen a descubrir qué es lo que sucedió.
Continuaremos indagando el caso…