El crimen de Zolina Palacios, ha
conmocionado a la población de Jacas Grande, provincia de Huamalíes, devastó a su familia y colegas del quinto grado
de secundaria, donde, junto a sus maestros se preparan para dar el último
adiós, posiblemente este martes 19, luego que fuera descuartizada, presuntamente, por su expareja.
En esta vivienda abandonada encontraron el cuerpo de la víctima - Foto: Cortesía |
Por Eyroc S y Yonel Rosales.
El niño iba delante,
como quien parodia a los bailantes de alguna danza, jugueteando con sus amigos,
y la comitiva fúnebre les seguía. Es la inocencia en su magnitud, recuerdan los testigos que
acompañaron en el traslado del cuerpo descuartizado de la joven madre. Zolina
Palacios Daza, no estará presente en el próximo cumpleaños de tres años de su
hijo, que según las primeras pesquisas, quedó huérfano por el crimen de su
padre Nujael Rojas Cierto, quien el miércoles 13 por la noche fue poseído por
innombrables demonios y desapareció a la mamá del niño. Fue hallada
descuartizada, con sus entrañas esparcidas, el rostro calaveroso, irreconocible.
Ya no era Zolina, pero su abuelo, Jonás Palacios Tarazona, que la tuvo desde
tierna edad, la reconoció. Para él fue inconfundible, era la misma hija, la
misma niña, a quien el miércoles pasado la buscó hasta altas horas de la noche,
con la ayuda del subprefecto del distrito Josías Vasquez.
Lugar del crimen está fuera de la ciudad - Foto: YR |
Recién el aciago viernes,
el viejo Jonás, encontró a su nieta. Aproximadamente a diez minutos de Jacas,
cuesta arriba, pasando la antena, en una vivienda inhabitada, escondida entre
frondosos alisos, pinos, eucaliptos y malas yerbas. La pelea de perros arremolinados, llamó
su atención, y encontró el cuerpo despedazado. Pese a su avanzada edad, no le
dio un síncope, resistió con todas sus fuerzas y gritó, gritó pidiendo auxilio,
ya sin poder hacer nada contra la muerte. Tuvo que arrojar la cabeza de Zolina,
no era cabeza, era un cráneo desgarrado, con rostro huesudo, sin cabellos ni
cuero cabelludo, debió salvar lo poco que quedaba para que los perros hambrientos
no sigan devorándolo. Llegó una señora, a quien encargó ahuyentar a los canes,
mientras iba a dar aviso a las autoridades.
Esta es la casa de la víctima donde vivía con sus abuelos - Foto: YR |
“Noi comido de la pena”, dice Genara León Tarazona, la tía de la joven madre.
Encontró a su prima llorando a gritos, creyó que había acaecido un accidente de
tránsito, era algo peor, habían descuartizado a Zolina, la joven alegre y buena
moza que volvió a ser tras separarse de su verdugo; los perros se la estaban comiendo. Esto generó
gran conmoción en la población, quienes piden
cadena perpetua para el asesino, de quien les sorprende la frialdad, ya que
después del asesinato habría estado vigilando la zona. Más aún, viniendo de un sujeto que pareciera que no mata ni una mosca,
como dicen por aquí, está “mansacash”.
Ese “mansacash”, habría sido el autor del cruel crimen, según
versiones extraoficiales, confesó a la
una de la mañana, gracias al trabajo especializado de la Policía Nacional.
También, esas mismas fuentes, señalan que la víctima sufrió tortura, propia
de mentes enfermas, y justificó su accionar con los celos, pese a que él
convivía con otra pareja, y la pensión de alimentos que solicitaba para el niño
de los dos lo desquició.
Comunidad educativa de Marino Meza está conmocionada por la pérdida - Foto: YR |
En la Institución Educativa
Marino Meza Rosales, los docentes y estudiantes alistan la despedida de la estudiante
y vecina, quien a
escasos metros del colegio vivía junto a sus abuelos, en una casa rústica donde
ahora solo ronda el recuerdo y dolor. Sus colegas del quinto grado de
secundaria, alistaban los arreglos florales para despedir a su compañera, que
se tiene previsto para el martes 19.
Finalmente, la víctima del feminicidio, fue sepultada el miércoles 20, acompañada de escenas de dolor de sus familiares y colegas de estudio.