Personas inescrupulosas prenden fuego a los
pajonales que dañan proyectos de forestación.
La semana pasada dos abuelitos de Tantamayo se
salvaron de quedarse sin casa por la falta de prevención al quemar malezas.
Aunque los daños son de grandes proporciones parece que las autoridades competentes ni se dieron por enterados - Foto: Yonel Rosales
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Por Yonel Rosales
Incendios forestales en diversas
partes de la provincia de Huamalíes dañan pajonales y cientos de árboles que
terminan carbonizados por el actuar de personas mal intencionadas que creen es
un espectáculo prenderle fuego al cerro. Por otro lado, la falta de prevención
por parte de agricultores que tienen la costumbre de quemar las malezas secas,
hace que el fuego se expanda a áreas no previstas. Esto le ocurrió a dos
abuelos del caserío de Buenos Aires del distrito Tantamayo. Eulalio Claudio de
75 años prendió fuego a las champas de callpar donde sembró papas, no calculó
que alguna chispa podría caer a la paja seca.
Dos abuelitos, los hermanos Claudio de Buenos Aires Tantamayo estuvieron a punto de perder su casa a causa del fuego Foto: Yonel Rosales Mientras unos irresponsables prenden fuego, otros deben arriesgar su integridad física apagando el incendio sin ninguna protección, ni para respirar - Foto: Yonel Rosales
Pasado algunos minutos, Eulalio, se
percató que el fuego prendió en el pajonal. Pese a que ya no podía ni correr a
causa de su avanzada edad, el abuelo se desesperó al intentar apagar el amago,
no lo logró, el fuego se expandió por todo el cerro, en las alturas de Buenos Aires.
De no ser por el auxilio de la gente, muy probablemente la casita rústica
techada de paja habría terminado en cenizas.
Fuego de Chavín de Pariarca a
Tantamayo
Durante más de tres días los
vecinos de Esperanza de Tantamayo hicieron frente al fuego que avanzaba contra
la forestación con eucaliptos y pinos en la zona de Quiru Quiru. Recién el
lunes 19, la quema fue controlada. Según el dirigente comunal Teófanes Romero,
se dañó varias hectáreas de pajonales, alisos y eucaliptos, afectando la
forestación que les costó mucho esfuerzo e inversión por parte de proyectos
nacionales de forestación como Pronamach. Según los vecinos todo se inició en
el lado de San Juan Pampa del distrito Chavín de Pariarca, expandiéndose hasta
el territorio tantamaíno.
Cientos de eucaliptos, alisos y pinos fueron consumidos por el fuego cerca a Esperanza del distrito de Tantamayo - Foto: Yonel Rosales Al día siguiente del incendio, una parte del daño que ocasionó el fuego, además la quebrada se nota con densa humareda de estos días - Foto: Yonel Rosales
En estos días se ha notado el
ambiente cargado de humo las profundas quebradas de Huamalíes, pues la quema se
realiza en todas partes, en Jircán, Arancay, Chavín de Pariarca, con el fin de
controlar el avance de las malezas en las chacras de cultivo. Los hombres del
campo practican el llamado “roso”, “rosar”, cortar los arbustos y árboles de
los prados a finde ganar espacio para sembrar o hacerse de leña. Esta práctica
no cambió ni en la sierra ni en la selva, pese a la crisis ambiental que padece
en el mundo, se sigue quemando cientos y cientos de hectáreas.
El fuego se inició en Pampas del distrito Chavín de Pariarca, se expandió desde la ribera del río hasta la cresta del cerro dejando de cenizas la flora y la fauna - Foto: Yonel Rosales