Pese a la gravedad de las acusaciones de la presunta víctima, el caso del director de la Institución Educativa de Poque, Edwin Soto, aún no se resuelve. Como medida de salvaguarda fue destacado a la UGEL Huamalíes, mientras se espera los avances de la investigación fiscal sobre la denuncia de una profesora a quien le habrían hecho beber una sustancia en licor.
En la dirección del plantel tomaban licor donde se produjo la denuncia que es investigada - Foto: Yonel Rosales
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Por Yonel Rosales
“No tenemos justicia. Hasta ahora no se sabe nada”, refiere una fuente
cercana a la presunta víctima, una profesora de la Institución Educativa de
Poque del distrito Puños, que quedó afectada emocionalmente tras un hecho serio
que tendría como autor al director Edwin Soto Tocto. No obstante, a no tener un veredicto de la Fiscalía, la Unidad de Gestión
Educativa Local (UGEL) Huamalíes determinó destacarlo a su sede en Llata para
iniciarle proceso administrativo. Hace exactamente ocho días que ya no dirige
el colegio.
De
acuerdo al testimonio de una persona muy cercana a la señorita, de quienes
mantendremos sus nombres en reserva. La familia ya había notado ciertas intenciones del director con la
profesora, incluso hasta generó los celos del enamorado que le reclamó por la
forma en que le llamaba, inclusive en horarios fuera
del trabajo. “Yo creo esto ya lo tenía preparado”, afirmó el testigo a los hechos
de los primeros días de agosto.
La denunciante
habría recibido la llamada del director para realizar actividades deportivas en
Poque. Avisó a su familia y obviamente se reportó con su enamorado. En todo
momento informaba las actividades que realizaba, hasta envió fotografías de los
papeles que tenía. A poco más
de media hora sin comunicación, la profesora, con tono ebrio, al primero que
llamó habría sido a su enamorado, para pedirle que le auxilie porque escapó de
las oficinas de la dirección donde aparentemente
fue víctima de un presunto delito que se encontraría entre el acoso o contra la
libertad sexual. “Ese señor trató de abusar de ella, le dio una sustancia”,
señala nuestro informante.
Efectivamente, a eso de las 2:30 de aquel 2 de agosto, el testigo no está seguro de la fecha. La señorita se encontraba asustada en la calle, al frente del colegio de Poque. Desencajada y llorosa. Narró que mientras libaban licor entre tres personas, les dejaron solos a ella y el director, le dieron algo que afectó su estabilidad, se sentía rara, en ese trance habrían intentado abusar de ella, entre forcejeos logró huir. Producto del cual se notaban algunos moretones en el brazo. Que al enterarse la familia, principalmente el tío, decidió denunciar los hechos en la Comisaría de Llata.
La joven maestra fue auxiliado por su enamorado que acudió inmediatamente al enterarse de los hechos - Foto: Yonel Rosales
Sin
embargo, de acuerdo a dos fuentes de Desde la Torre, cuando la Fiscalía fue a recabar las pruebas en el
colegio, no consiguieron la supuesta sustancia que le dieron de beber a la
profesora. Por lo cual las investigaciones se
tornan más complejas. Este medio se
comunicó con el docente Edwin Soto, hace ya más de una semana, cuando nos
contestó nos dijo que se encontraba de viaje y no nos podría atender. Nos
aseguró que nos llamaría para contarnos su versión, parece que continúa de viaje.
También
intentamos hablar con la presunta agraviada, pero sus parientes aseguran que
cuando se le pregunta por los incidentes de ese día se pone mal. Incluso para
mantener su tranquilidad, tras la denuncia debió dejar el trabajo
temporalmente.
PASAR A LA HISTORIA
Cuentan que el director Edwin Soto, buscaba trascender. Que
su nombre pase a la historia y qué mejor que este destaque como el nombre de su
colegio. Aunque parezca jalado de los cabellos, pues ni al dueño de un colegio privado
se le ocurre poner su nombre a su institución, siempre les asignan referentes
históricos de la academia. Pero el señor Soto Tocto solicitó que el colegio donde
es director se llame como él, claro tras revestir con todos los requisitos de
ser aprobado por los padres de familia. No obstante, según el director de la
UGEL, Jaime Santos, su pedido fue desestimado por la Dirección Regional de
Educación, que alegó el nombre del plantel debe corresponder al menos a una
persona muerta.