Estamos a escasos días de la
elección de nuestras autoridades. A estas alturas ya se tiene un panorama claro
de quiénes sí y quiénes no. De acuerdo al Jurado Nacional de Elecciones (JNE),
definitivamente siete listas aspiran a los cargos de alcaldes y regidores de la
Municipalidad Provincial de Huamalíes. Hubo más, al parecer, de algo sirvió las
elecciones internas que ayudó depurar la larga cola de postulantes. De los siete solo cuatro hacen la pelea,
por contar con recursos económicos y humanos. Para tener personas
haciéndote barra, en la política de hoy, solo basta lo primero, tener plata. El carisma, que antes era el motor para la campaña
electoral, pasa a segundo plano. Acá calza perfectamente ese dicho popular y
cachaciento: ¡billetera mata galán!
Los cuatro candidatos tienen las plataformas electorales para afrontar la campaña electoral pero no todos lograron convencer - Composición: DlT |
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Por Yonel Rosales
De ahí que la puja, pese a que
siete aspiran el sillón municipal, solo se resume entre los cuatro postulantes: Huapri con Wily
Bajonero, Avanza País de Edgar Céspedes, ARI de Michael Rubio y Mi buen vecino
con Manuel Valverde. Solo ellos demuestran la capacidad de movilización, en
recursos y masas. Tienen plataformas electorales que les hacen el camino
menos dificultoso en pos del ansiado sillón, sea a través de recursos propios o
con la plata del pueblo. Promover una candidatura mientras se ejerce la
alcaldía, donde los alcaldes usan el cargo cual reyezuelos, es más solvente
para cualquier postulante. Tener a la
municipalidad o algún cargo con cierto manejo de recursos e influencias es una
gran plataforma que marca la diferencia.
La experiencia en campañas
electorales, así sean derrotas, son valiosas para el triunfo. Bajonero afronta
su cuarta campaña desde su primera postulación en el 2002 como accesitario en
el MNI, aunque el JNE no lo tiene como
antecedente su fallida postulación del 2018, su mayor éxito y, quizás, su talón
de Aquiles es haber logrado el efímero puesto de congresista. Pese a que
podría notarse como canchero en estas lides, los comentarios sobre sus
intervenciones discursivas no son convincentes ni impactantes.
Ni mucho ni poco, todo tendría que
ser en justa medida. Céspedes, en
cambio, se excede en su discurso, ofreciendo como un desesperado, hasta podría
bajarte las estrellas. Es otro de los políticos con larga experiencia en
campañas electorales. Cinco postulaciones, con esta, va por la sexta. El
cargo de consejero regional le sirvió como una gran plataforma para su primera
postulación a la comuna de Huamalíes. Tanto
le valió ese puesto, que de haber ingresado como consejero de oposición,
terminó afiatándose a Luis Picón, el responsable del desastre de obras,
especialmente como el sistema de agua para Llata.
Rubio, el “muchacho nuevo
del barrio”, con su postulación del 2022 afronta su cuarta campaña electoral,
pues ha participado en elecciones regionales y municipales desde el 2010. El que
cuenta con menor experiencia es Valverde, siempre de acuerdo al JNE, con esta
postulación tendrá su tercera campaña. Estos dos últimos tienen la ventaja de
ejercer cargos de alcalde y tener a sus respectivas municipalidades como
plataformas de acción. No se puede negar lo evidente, incluso antes de ser inscritos, sus máquinas electorales, en algunos
casos teniendo como personal de campaña a sus propios trabajadores, ya estaban
en marcha. No obstante a sus esfuerzos y descuidos, los que realmente
tienen posibilidades de salir vencedores son Bajonero y Céspedes. Ellos dos son
los elegidos. ¿Cuál será el ungido por el pueblo el 2 octubre?
Se aprecia la participación de Luis
Alvarado de Somos Perú, José Davila de Perú Libre y Julio Miraval de Cambiemos
por Huánuco, pero la realidad es que ni tienen candidatos en todos los
distritos que al menos soplen un silbatito en esas extensas y silenciosas
localidades de nuestra provincia. Y menos pueden visitar todos esos pueblos.
Continuaremos con el tema…