En el semanario Hildebrandt en sus
trece hay una sección jocosa. Lo disfrutaba leer, uso el pasado, porque hace tiempito
que lo abandoné. La sorna con que se escribe ese espacio, así como Biografías
falaces, es catarsis. En una ocasión me desató una carcajada de locos en plena
plaza. La publicación comparaba a un
inefable excongresista con un humilde burro, foto con foto; el lector era el
juez, tenía que discernir si parlamentario y el burro se parecían. La
R.A.T.A.S. (Reunión de Asociaciones por el Trabajo y la Armonía Social) tiene
igual de desquite. Claro, esta modesta columna no pretende equiparar esa
maestría, solo considera que la R.A.T.A.S. estaría gozoso con el alcalde de la
Municipalidad de Huamalíes, Ricardo Tello y sus cinco regidores, por cómo
apañan lo que sería, en la jerga común, la práctica de ratas. No de los pobres
roedores que deben hurgar para sobrevivir, sino de las ratas con dos pies, que roban
teniendo, y roban a lo grande para ser los nuevos ricos de Llata, Huamalíes.
¿La R.A.T.A.S. manifestaría esto que planteo en la columna de opinión? - Composición: Yonel Rosales |
Lee más: REPARTIENDO VIRUS Y PASANDO PIOLA
Por Yonel Rosales
Hace casi un año, el 21 de octubre,
desde esta página denunciamos cómo los supuestos fiscalizadores, Ketty Sánchez
y Russel Martel, andaban en sucios arreglos de a cuánto es lo mío. ¿Si sus dichos, de boca propia, de
indubitable voz, en audio y video (ahora último) no son propios de los más famosos
ladrones de saco y corbata en el país, entonces qué pueden ser?, por ahí, el
cinismo en persona, trató de responder, sindicando que sus audios les editaron.
A ver, cuéntenme otra de vaqueros. Solo sus compinches, también metidos de
narices en el mismo mejunje les creen. Las arcas del municipio alcanzan para
todos.
A un año de la revelación que
hicimos desde este raquítico espacio, no ha pasado nada. Como lo dijimos, en otra columna de opinión: TÚ GANANDO,
NOSOTROS PERDIENDO en el plano
judicial no pasaría nada, porque el delito no se habría cometido, gracias a que
Walter Carhuamaca se negó a ser parte del robo. Sin embargo, queda el espacio político
y ético. En lo político, están quemados, así que sus sueños de
alcaldesa, doñita, pueden ser para otra vida. Y claro está, soñar no cuesta
nada. Cualquier organización política
seria o candidato con pies en la tierra, sopesará cuánto le suma en votos,
aunque se llene de dinero, y cómo responderá a los audios que nunca
desaparecerán de las redes. Ahorita, embobados con el poder de la mayoría,
pueden seguir jugando a ser candidatos regalando lo que no es suyo. En lo político,
hubo rotunda censura de la población, solo hay que sumar la cantidad de vistos,
compartidos y comentarios en contra, solo faltaba canalizarla, no obstante, el
tiempo hace que pasemos a otras páginas.
A eso han jugado en el seno del
concejo de regidores, al cansancio, al olvido del tiempo. Imagínense, a un año
de los hechos no se discute el informe final. Insisto, delito quizás no haya, pero deontológicamente los actos de
Ketty y Russel, merecen una respuesta severa. Solo tres regidores, Gloria
Ceferino, Angélica Jara y Félix Ocaña, recientemente, suscribieron un
pronunciamiento exigiendo sanción. Con las cartas sobre la mesa, se deduce
que el resto son sus cómplices, el alcalde Ricardo Tello, los regidores Héctor,
Máximo y Alejandro, mientras acompaña la incógnita a Joaquín Santiago. Por sus
actos los conoceréis, dice, y estos cinco regidores, con Ketty y Russel.
siempre votaron juntos. Acá cobra real
dimensión lo dicho por el regidor Russel Martel, cuando habla que los cinco
regidores reciben sus tres mil soles y que el alcalde sabe.
En la última sesión del jueves 8, cuando iban a debatir el informe sobre
los audios y videos de la corrupción, a la cabeza del alcalde Tello, alegaron
que no había tiempo para discutir esas minucias manipuladas, que
estaban apuradísimos para irse a Huánuco. Llegando incluso a faltarle el
respeto a la regidora Ceferino, pues el alcalde cree que puede mangonear lisonjeramente.
¡Vaya magistrado! Así, cobra fama la antigua chapa que rumoreaban los viejos militantes
de Acción Popular. Todo sea para defenderse entre compinches.
De ahí que la Reunión de
Asociaciones por el Trabajo y la Armonía Social, (R.A.T.A.S.) se regocija de tu
reconocida fama Ketty Sánchez y de a cómo sabes sortear con el tiempo a favor.
R.A.T.A.S. más orgulloso aún de tu reciente reestreno Russel Martel, solo se te
exige no echar al resto que está metido en la cuchipanda. R.A.T.A.S. te saluda Héctor
Guzmán por tu severidad con los ajenos y la mano hasta el codo con tus socios, sigue
así, te espera el camino de éxito al sillón municipal de Jacas Grande,
R.A.T.A.S. celebra tu taimada complicidad Máximo Hidalgo, porque usted sí que
sabe lavarse las manos como para prevenir el Covid-19, y finalmente R.A.T.A.S. envidia
a Alejandro Rosales, por cómo guarda las apariencias con aires de académico impoluto
y los conocimientos a favor de la causa “nostra”.
Al margen del regocijo de la R.A.T.A.S.
y la envidia de las ratas. Los cinco ¿oigan,
en verdad no tienen vergüenza? Cualquier día de estos, cuando se miren al
espejo, de repente al rasurarse, hagan la prueba de hacerse un pequeño corte,
quizás, digo yo, ya no tengan sangre en la cara. ¿Tan embobados con el
poder están? Claro, el poder de la mayoría absoluta del concejo enceguece, más,
cuando los “coleguitas periodistas” los ensalzan, ocultan sumisamente, porque
gracias a ser como son, lograron nombrarse, tienen un cargo de confianza, reciben
la rica publicidad o encuentran chamba para la esposa. Pero miren nomás cómo
terminaron los fujiapristas, traten de oír el murmullo de las gentes que nos
rajamos diariamente, mientras ustedes “los cinco” y “el docto”, como dice
Russel en el video, roban. ¿Ah, y el
pueblo llatino, huamaliano? De manos cruzadas.
La sección de catarsis del semanario Hildebrandt en sus trece, que esta columna hace referencia |