El expresidente Martín Vizcarra fue condenado a catorce años de prisión y no va más como candidato. Las evidencias presentadas por la Fiscalía revelan que Vizcarra tiene las uñas largas. Sus más fieros enemigos celebran su condena, el fujimorismo se siente vengado por segunda vez, la primera, fue cuando lo vacaron por no someterse. Cuando Keiko creía que el exmandatario sería lo que luego fue Dina Boluarte, un títere, le tomó por sorpresa que el lagarto era avispado. De hecho, el mayor reconocimiento radica en que el moqueguano se atrevió cerrar el congreso. Sin bancada, con el rechazo de la clase política, con los grandes medios de comunicación en su contra, remedó la gesta bíblica, de David contra Goliat, enfrentándose a los poderosos. Sin embargo, con la sentencia por corrupto, cabe la pregunta, ¿existe el corrupto bueno?
Expresidente Martin Vizcarra fue condenado por corrupción - Foto: Canal N
Por Yonel Rosales
El mayor mérito de Vizcarra radica
en que le malogró la fiesta a un congreso abusivo. Dominado por los 73
fujimoristas, más la cabeza de ratón, los apristas, además de los acuñistas,
acción populistas. Recuérdenlo. Reconozco que ese día del cierre me
sentí vengado, como miles de peruanos. Repetir las imágenes del cierre es un
pajazo mental. Ese congreso era igual o peor que el actual que detestamos. Si
viniera alguien y acabaría con el festín de las ratas, ese sería nuestro nuevo
héroe. Quién diría que Martín, el tipo de aparentes gestos tímidos. Pude
corroborarlo en sus primeros días de gobierno cuando vino a Huánuco a inaugurar
un puente y yo trabajaba en Radio Ondas de Huallaga. En la entrevista que le
abordamos un par de periodistas, insistí en el alza de los combustibles. Parecía
un presidente desconectado de la realidad, parecía un mucamo. Vaya, nos
sorprendió meses después.
¿Si Vizcarra es otro ladrón más,
por qué no le aceptan sus pares?, quizás es racismo, tal vez también haya
escalas entre los ladrones. No es equiparable un ladrón de gallinas con otro
choro de celulares de alta gama o joyas valiosas, denoto que el último le vería
como una chusma. Como sucedió con Castillo, no cambió nada, por lo contrario
seguía las viejas prácticas a baja escala, pero la elite lo despreciaba por
cholo, por atreverse a contrariarlos. Vizcarra robó a lo grande, según la
condena, pero dejó calatos a señorotes al denunciar el caso del club de la
construcción. Donde familias adineradas, amos de este país, simulaban
concursos en obras de miles de millones de soles y robar al país. Estos
choros de apellidos pomposos son lo mismo que aquel roba carteras, solo que el
choro del celular le hace daño a uno y los alias empresarios afectan a miles.
Dice Martín, en su defensa, esa
revelación y el malograrles el negocio jamás se lo perdonaron. Dice también,
que, a cambio de voltearle el pastel, devolverle el golpe con lo mismo, que él también
es coimero, los alias grandes empresarios salvaron sus pellejos. No van a ir a
la cárcel, no van a pagar los miles de millones que robaron. Resulta
injusto y es un dilema, si no les perdonan, ¿cómo hacemos apetecible que
denuncien a nuestros políticos corruptos? Creo, no debería haber absolución
completa al delator, si no un castigo proporcional. No salvarlos de la cárcel ni
de las indemnizaciones.
Otro de los elementos clave, está el haber chocado con los peones. Puedes ser ladrón, pero no puedes venir a diezmar a los peones de los amos, los congresistas. Si te golpeo, te aguantas, porque yo soy más poderoso que tú. Esto quedó en evidencia con los ataques de dos congresos sucesivos, pero con la misma prensa y grupos de poder que lo detestan. Vizcarra pudo ser un corrupto aceptado, al parecer, tampoco le perdonan su hipocresía al iniciar la importante reforma de la justica con la nueva Junta Nacional de Justicia, quienes designan jueces. A Martín lo habrían querido corrupto íntegro, no de medias tintas y con daños colaterales de sus alfiles en la justica. ¿Eso lo hace un corrupto bueno?,
en los tiempos que vivimos, así lo parece y así lo entiende la población. A pesar de todo lo revelado, goza de respaldo. La gente lo ve como el mal menor, la nueva versión del roba, pero hace obra, es corrupto, pero lucha contra la corrupción. Martín Vizcarra vendría a ser el corrupto moderado, el que la sabe hacer. Seguramente el juego se le habría acabado si hubiera otro presidente honesto, enfrentando a los delincuentes del congreso.
Está bien que el Poder Judicial
encierre a Vizcarra, por corrupto. Solo que la justicia es dudosa y parece venganza
cuando libra de polvo y paja a los mismos de siempre. La señora K, pese a
toda la evidencia está por ser canonizada por enésima vez. Probablemente los golpes, la cárcel pasan
factura y parece que los Vizcarrra ya transaron o están levantando la banderita
de la paz, apropósito de los dichos del hermano Mario Vizcarra. Con eso
volveremos.