Este es un reflejo de las miserias que ocurren en nuestro país. Si tenemos a defensores de Fujimori o Castillo, no obstante, a sus actos, en nuestros pueblos también tenemos a gente tapando las cochinaditas del jefe.
Cuando grabábamos una obra en Nueva Esperanza,
viene el trabajador Feliciano Caqui a agredirnos. Logramos esquivar la pedrada
que nos arrojó o no estaría para contarles.
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| Una obra ejecutada por la Municipalidad de Puños en Nueva Esperanza que no querían que se conozca - Composición: Yonel Rosales |
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Por Yonel Rosales
Por el
solo hecho de fotografiar y filmar el cambio de techo ya techado vuelta a
hacer el mismo trabajo desde una larga distancia en el centro poblado Nueva
Esperanza (Jaria) del distrito Puños, un sujeto, nos tomó tiempo identificarlo,
Feliciano Caqui, obrero del
proyecto ejecutado por la comuna distrital, amenaza con sacarnos la mierda y al
final nos tiró un rocón, que menos mal pudimos
esquivarlo y quién sabe, ya no estaría para contarles esto que intentaban
ocultar a toda costa. ¿Por qué?
Pese a que no interrumpía su trabajo, pese a que no ingresé al área de
trabajo, pese a que me encontraba en la vía pública, pese a que no ingresé a su
casa, pese a no ostentar un cargo policial
(pues solo la Policía te puede exigir tu identidad, y solo en el marco de un
operativo), Feliciano, viene y me exige mi identificación. Para evitar
problemas, le mostré mi carné, pero luego, el que me exige identificarse no quiere
darme su nombre.
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| Feliciano Caqui confundió para qué fue contratado y se la quiso dar de comunity manager o relacionista público -.- Foto: Yonel Rosales |
Mientras
sus colegas, desde el techo, alentaban a que me ataque, por “nocivo”, en su
ignorancia desconocen que la cosa pública, es decir – trataré de explicarles con
manzanitas para estos señores, a ver si alguien les pasa este texto a los chacales
del alcalde José Caqui – una obra hecha
con la plata del pueblo nos involucra a todos, las leyes, la constitución y
hasta los derechos universales, nos amparan a la fiscalización, eso no es ser
nocivo, eso es ejercer nuestros derechos, además,
en el presente caso a mi derecho a la libertad de expresión. ¿No saben cómo se
come?, intenten educarse.
Entonces
Feliciano Caqui, borbota que lo hago para difamar a través de las redes
sociales a su alcalde José Caqui. El trabajador
que fue contratado para… se la quiere dar de relacionista público o de comunity
manager. Me acusa de difamar a su jefe, creyendo que el derecho a la crítica, a cuestionar
o discrepar, es lo mismo que difamación. También
voy a precisar para estos señores… que la difamación es dañar el honor con
afirmaciones falsas, sin sustento. Este sujeto, todavía tiene la osadía con
amenazarme que si ve alguna cosa mala..., cuidadito no más.
¿Qué le hago señor alcalde?
En esos
instantes, Feliciano
Caqui llama a su jefe José Caqui. ¿Qué le hago? Es la pregunta al jefe de la
organización. El otro, como que mi cabeza pende
de un hilo, le dice que me limite, que si tengo autorización, que quién me
mandó. Acota que las cosas que voy a publicar tienen que ser bien informado,
para estar bien informado, siempre le llamé al alcalde, muchas veces no quiso
responder. Pese a ello, José, dice que no debo hacerle quedar mal, que por mi
culpa no quiere tener problemas. ¿Yo tengo la culpa?, ¿yo he techado y
destechado?, ¿qué intentaban ocultar?
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| ¿Qué le hago?, le pregunta Feliciano al jefe de la organización José Caqui - Foto: Yonel Rosales |
Feliciano
Caqui, amenazante, no sé qué le contuvo, porque sus colegas lo alentaban. Pero
al decirle que cumpla su trabajo para el cual fue contratado, que yo no cogía
ni un objeto ni ingresé al área de labores. Perdió la paciencia, me largó o me sacaría la mierda, cuidadito no más
con publicar. Claro que publicaré, le grité y me
respondió con un piedrón, que logré esquivarlo.
Hay gente
dispuesta a matar por un plato de lentejas. Incluso a terminar en la cárcel o
ganarse un proceso o la venganza, porque yo también tengo familia y no son mancos.
No podré imponerme a golpes como las bestias, pero hay tantos otros medios. Menos mal Feliciano Caqui está tranquilo porque esquivé
la piedra que pudo llegarme a la cabeza. Y para su mayor tranquilidad, no
actuamos como delincuentes. Esto lo digo, porque si yo,
al tomar fotos, (No sé qué delito puede configurar) agravié, cometí una
infracción o delito, correspondía denunciarme. Por último, remarco que no ingresé
a la zona de trabajo.
¿Vale la pena el plato de lentejas?
Aunque anunciaron
que la obra ya se inauguró, el grass sintético,
por más intentos, no hemos podido hallar las fotografías del evento en el nuevo
perfil de la Municipalidad Distrital de Puños cada gestión se lleva hasta la página de la muni que publica los eventos del alcalde José Caqui. Pero este proyecto dejó un
mal sabor en los vecinos del centro poblado Nueva Esperanza y lo escucharán de
su propia boca.
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| De acuerdo a las palabras de Feliciano, los culpables de la obra mal ejecutada son los regidores ¿no es el ejecutivo?, no, los regidores - Foto: Yonel Rosales |
Así como en
el país hay gente defendiendo lo indefendible, en nuestras tierras tenemos
gente dispuesta a matar o dar el alma por su alcalde… ¡entiéndanlo! Nadie que
actué mal vale la pena defenderlo. ¿Qué querían esconder? Se lo contamos en la
siguiente nota.
