QUITANDO DESAYUNOS A UNAS POBRES VENDEDORAS

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Debe haber otras maneras de hacer frente a la informalidad y el desorden. No creemos que esto se resuelva quitándoles los desayunos y sus herramientas de trabajo a unas pobres vendedoras que se ganan el pan del día con mucho sacrificio. Sin embargo, la Municipalidad de Huamalíes se empeñó en chocar con los más humildes, mientras no tiene la misma actitud con otros comerciantes de mayor fuste.  

Transeúntes les gritaron abusivos a municipales que quitaron desayunos a las vendedoras que se encontraban cerca de la capilla Virgen del Carmen - Imagen: DLT

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Por Yonel Rosales

De la puerta para afuera son vías públicas, no le pertenece a ningún comerciante ni dueño del predio, sin embargo, cuando recorres las calles de Llata, desde grandes ferreterías, fruteros hasta tiendas de abarrote ocupan parte o toda la calle, sin que la Municipalidad Provincial de Huamalíes, haga o diga ni pío algo. Pero cuando se trata de modestos ambulantes que ocupan la vía por algunas horas, envía a sus fortachones serenos antimotines para quitarles lo poco que tienen.

A mitad de semana, el miércoles 10, el alcalde de la Municipalidad Provincial de Huamalíes, Ricardo Tello, él es responsable político y el que define las políticas públicas de su gestión, nuevamente estuvo en los comentarios de la gente resentida por el maltrato que padecen algunos modestos comerciantes. El video nos llegó en ese entonces, pero siempre nos falta tiempo denunciando el abuso, tal como consta en las imágenes.

Utensilios de vidrio rotos mientras las víctimas defendían su mercadería - Imágenes: Cortesía

La intervención con los serenos antidisturbios, se produjo a eso de las 5:00 a.m., en contra de las señoras Yanina y Lourdes Esquivel Trujillo, ambas hermanas vendedoras de macas, quinuas, soyas, panes con huevo, camote y otras delicias que muchos habremos degustado en esas gélidas madrugadas. Obviamente, cuando la autoridad dispuso quitarles sus productos y herramientas de trabajo, la gente reaccionó en contra de los municipales, con cierto grado de razón, solidarizándose con las víctimas que vieron romper sus vasos, botellas y derramar su mercancía. Lo extraño es que a esa hora no obstaculizan el tránsito como harían en hora punta, debido al pequeño espacio que ocupan.

Como lo dijimos al inicio, no ejercen la misma actitud drástica con otros empresarios que a la vista y paciencia de las autoridades hacen lo que les venga en gana. Incluso incurren en la promoción de la inseguridad, como son las cantinas y bares clandestinos. La comuna tendría que respondernos cuáles son los resultados de estos decomisos, ¿solucionaron el problema?

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